Nutrir la mente de alimentos emocionales nutritivos es tan importante como apostar por la dieta mediterránea para cuidarte físicamente. La metáfora de la dieta emocional ayuda a visualizar de una forma clara la importancia del autocuidado.
Los pensamientos positivos alimentan el apetito de la esperanza, la alegría y la serenidad. Por el contrario, los sentimientos de tristeza y angustia nos producen un nudo en el estómago.
¿Qué elementos pueden integrar el menú emocional del amor propio y la felicidad?
1. La sociedad actual marcada por la era de las nuevas tecnologías trae consigo grandes regalos como, por ejemplo, la posibilidad de permanecer en contacto con los amigos y familiares a pesar de la distancia o poder conocer nuevas amistades. Sin embargo, la era de las redes sociales también ha derivado en un menor grado de intimidad en las relaciones personales.
Esto es lo que sucede cuando el contacto que mantenemos con un amigo que vive en nuestra misma ciudad es más frecuente a través de las redes sociales que mediante una forma presencial. Es muy necesario para nutrir el alma de las sensaciones agradables de la amistad próxima, potenciar el contacto de intimidad con esas relaciones que forman parte de tu núcleo personal más cercano.
2. ¿Por qué es tan importante el contacto presencial que fortalece la intimidad en las relaciones? Porque además del lenguaje verbal, también se suma el valor del lenguaje corporal y la información aportada por el tono de voz. Las relaciones de intimidad muestran el valor de esos silencios compartidos que no resultan incómodos cuando se disfrutan en compañía agradable.
3. El exceso de racionalidad puede robar espacio al sentimiento. Es muy importante encontrar espacios en la rutina cotidiana para sentir. Existen pequeños ejercicios que pueden ayudarte a hacerlo: a primera hora de la mañana, puedes abrir la ventana y respirar profundamente el aire puro que te renueva por dentro, practicar la meditación, realizar un proceso de coaching, dar un abrazo a un ser querido y caminar descalzo por la orilla de la playa son pequeñas rutinas que pueden potenciar el sentimiento.
4. Concentra tu atención en la respiración cuando sientas que una preocupación te desborda. Respira profundamente e intenta concentrarte en este ejercicio natural. Durante unos instantes, mientras pones toda tu atención en tu respiración, sentirás que el objeto de la preocupación se aleja.
5. Cuida tu postura corporal ya que la forma en la que te posicionas también influye en cómo te sientes. Durante las horas de trabajo en la oficina, es importante que coloques la espalda recta en el respaldo de la silla. También es importante que cambies de postura a lo largo de la jornada. Cuando camines por la calle, camina mirando al frente y sonríe a algunos de los desconocidos. Nunca sabes a quién puedes regalar energía positiva con este pequeño gesto.
6. Al inicio de cada jornada, asume el compromiso con la felicidad de un nuevo día y comprómetete para ser feliz. El pensamiento positivo comienza por una decisión de regalarte amor a ti mismo y tomar conciencia de la esencia de la propia vida. En ocasiones, distorsionamos la realidad del propio vivir al alterar el orden de los productos en la ecuación matemática de la felicidad: el ser no puede confundirse con el tener ya que tu verdadera felicidad reside en tu inmensa dignidad.
7. El pensamiento positivo es una inercia que nos empuja a integrar la corriente positiva de la esperanza como filosofía de vida. Es decir, debemos hacer grandes esfuerzos para interiorizar el hábito del optimismo si somos especialmente pesimistas. Sin embargo, tras esos primeros pasos, todo fluye mejor y el optimismo se convierte en una forma de ser y de sentir.
Como si se tratase de una inversión que hacemos en la cuenta de un banco emocional, el optimismo solo produce beneficios en el plano de la amistad, el amor, el trabajo, el desarrollo personal, el éxito y la felicidad. Por el contrario, el pensamiento negativo vivido de una forma frecuente deriva en números rojos.
Gandhi nos regaló una cita de motivación fantástica: «Conviértete en el cambio que deseas ver en el mundo» siendo un ejemplo positivo para ti mismo. Vivir es aprender que el corazón late con mayor fuerza en contacto con la verdad del alma.
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