El concepto de coaching es muy utilizado actualmente, tanto que incluso se utiliza en programas de televisión como La Voz. Sin embargo, el uso repetitivo no implica el conocimiento de su significado. En más de una ocasión, me han preguntado por mi vinculación con la profesión: ¿Qué es el coaching?
Y cuando vivimos este tipo de situaciones nos enfrentamos a una magnífica oportunidad para poner palabras a esta disciplina haciéndola entendible a quien pregunta.
Pero a su vez, la pregunta de otras personas también nos ayuda a profundizar en un concepto que podemos llegar a utilizar de una forma mecánica. En el artículo de hoy me gustaría plantear un reto: ¿Cómo explicar qué es el coaching a quien no lo conoce?
Lo primero que considero que hay que aclarar es que el coaching no es psicología, ni tampoco compite con este sector. Simplemente, cada disciplina tiene su propio método. Sin embargo, psicología y coaching tienen en común que se trata de dos herramientas de ayuda. En el caso de la psicología se trata de una ayuda terapéutica (el psicólogo atiende pacientes).
En el caso del coaching, se trata de un método de ayuda basado en la pregunta como filtro a través del que el cliente profundiza en su propio mundo interior y se conoce mejor a sí mismo. Otra de las diferencias clave entre coaching y psicología es que un proceso suele durar unas sesiones concretas mientras que una terapia puede prolongarse, incluso, años.
Los diálogos de Platón en los que la figura de Sócrates tiene un protagonismo evidente sirven para visualizar cómo a través de una pregunta es posible aportar luz en el alma de otro ser humano que pone el foco de atención en un aspecto que tal vez, había pasado desapercibido ante sus ojos. Una pregunta nos ayuda a pensar. Y el coaching, desde mi punto de vista, nos ayuda a pensar en nuestra propia vida a partir de un objetivo que está contextualizado en un ámbito en concreto: vida familiar, trabajo, tiempo de ocio, amigos…
Un proceso de coaching se desarrolla a lo largo de un número específico de sesiones en las que el coach no ejerce una labor directiva. El coach no da consejos al cliente, no le dice lo que tiene que hacer o debe evitar. Es el cliente quien se implica en primera persona en un proceso de autodescubrimiento que implica paciencia, reflexión, sinceridad con uno mismo y, principalmente, dirección. Es decir, tener claro y definido el propósito que se quiere alcanzar. El objetivo que el cliente quiere realizar. El coaching es una aventura emocionante que cuenta con herramientas prácticas a través de las que el cliente aumenta su fortaleza ante objetivos profesionales y personales. Una linterna metafórica que nos ayuda encontrar la solución ante un problema.
Todo aquello que el cliente expresa en un proceso de coaching es totalmente confidencial. Cuando analizamos nuestra vida no solo podemos analizar nuestra historia pasada y atender a nuestra situación presente sino que también podemos proyectarnos en futuro. El coaching integra la potencialidad de cada ser humano como parte de su proceso de crecimiento personal. Un proceso de coaching muestra ese recorrido que realiza el cliente para avanzar desde su presente hasta ese punto deseado que quiere lograr.
El coaching es un proceso personal basado en la consecución de objetivos. Los objetivos nos ayudan a avanzar en nuestra vida y a no quedarnos estancados. Los objetivos siempre están en relación con la felicidad. Las preguntas del coach ayudan al cliente a plantear otros puntos de vista y a alimentar con optimismo su diálogo interior.
Conviene puntualizar que este proceso de ayuda puede llevarse a cabo a través de distinta metodología. Algunas escuelas de coaching no solo ofrecemos servicio presencial sino también, online.
El lenguaje de coaching es totalmente positivo ya que parte de la premisa de que una circunstancia limitante puede ser mejorable en tanto que todo ser humano es libre para hacer algo incluso cuando se enfrenta a una situación que trasciende a su voluntad. En ese caso, puede hacer algo para posicionarse frente a esta dificultad de un modo diferente, a través de un cambio de actitud. Para que un proceso de coaching tenga un verdadero sentido, el cliente debe estar comprometido con su meta, debe tomar esta decisión por iniciativa propia.
En línea con la temática del post, puedes tomar la iniciativa de reflexionar sobre cómo explicarías a una persona que no conoce qué es el coaching en qué consiste este concepto. Puedes anotar tu explicación por escrito ya que esto te ayudará a memorizarla mejor. Desde mi punto de vista, el coaching es un proceso de descubrimiento proactivo del ser en presente pero también, en potencia.
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