El presente y el futuro adquieren tonos y matices diferentes a partir del estado de ánimo, las emociones, la situación personal, los valores, las sensaciones o nuestros pensamientos. Pues bien, la perspectiva de la esperanza puede iluminar el camino en momentos complejos y etapas de incertidumbre. Vivir el presente y abrazar el futuro desde la esperanza y la confianza es un aprendizaje que se afianza desde el entrenamiento personal. ¿Cómo vivir el presente y planificar el futuro desde la esperanza? En Crearte Coaching nos adentramos en un concepto que cambia vidas cuando se interioriza a nivel existencial.
1. Evita la anticipación de múltiples hipótesis y suposiciones
La planificación sí hace referencia a la preparación o la capacidad de anticipar diferentes aspectos del proyecto de vida. Esta capacidad no tiene un poder absoluto. Surgen giros, factores inesperados y situaciones que pueden variar el rumbo de los acontecimientos incluso en un instante. Muchos de los asuntos que se convierten en motivo de preocupación, nunca se concretan en la realidad. Sin embargo, la anticipación de numerosas suposiciones e hipótesis puede generar malestar, estrés, miedo y negatividad. Especialmente, cuando la anticipación se alinea con todo aquello que se percibe y se siente como una amenaza próxima. Dirige tu atención hacia tareas, proyectos o aspectos que tienen que ver con el momento actual. Céntrate en cuestiones que puedes cuidar, atender o disfrutar.
2. Por favor, no te compares de manera negativa con nadie
La comparación puede estar tan integrada en diferentes mensajes, que recibimos a nivel externo o que nos decimos a nosotros mismos, que no parece fácil desprenderse de esa perspectiva. No te compares en un tono negativo con nadie porque la base de esa comparación no tiene un sentido positivo. Si cada persona es distinta en esencia y tiene sus propias circunstancias, no entres en la dinámica de compararte o juzgarte. Sigue tu camino sin sentir que tu ritmo, tu proceso o tu aprendizaje debería ser similar al de aquel con el que te comparas.
3. Pon en práctica tu capacidad de cambio, aprendizaje y transformación
El contexto influye en la perspectiva, el punto de vista o la visión sobre una situación específica. Pero, aunque no puedas modificar o controlar todos los aspectos que inciden en dicho contexto, sí tienes la posibilidad de poner en práctica tu capacidad de cambio, aprendizaje y transformación. Y, cuando tú cambias algún detalle de tu mundo interior, el exterior también muestra otra dimensión. En Crearte Coaching ofrecemos una formación con un enfoque humano sobre inteligencia emocional, coaching, mindfulness, comunicación y PNL.
4. Cómo vivir el presente y planificar el futuro: cultiva un pensamiento constructivo, amable y esperanzador
Existe otra lectura que va más allá de lo que sucede: los pensamientos, las conclusiones o las interpretaciones, que remiten a aquello que pasa y a cómo lo vives, tienen una gran relevancia en relación con la esperanza. Cultiva un pensamiento constructivo, esperanzador, nutritivo y amable. Busca otros ángulos y otras perspectivas para alimentar el optimismo.
5. Toma decisiones, implícate en tu camino y celebra la vida
Confía en el poder de las acciones positivas para lograr resultados valiosos. No puedes predecir con absoluta certeza todo lo que ocurrirá a partir de un paso determinado. Sin embargo, confía en que, cuando las decisiones y las acciones están integradas de forma coherente con tus valores y tu proyecto de vida, creas una semilla valiosa. Elige una filosofía o una forma de vida que esté guiada por la esperanza. ¿Qué puedes hacer ahora para reforzar esa visión esperanzada ante el presente y el futuro? ¿Y qué puedes modificar o cambiar para no interferir de forma negativa en el proceso?
6. Cómo vivir el presente y planificar el futuro con aceptación: alinea la esperanza en la dirección adecuada
En ocasiones, la clave más determinante reside en alinear la esperanza en la dirección adecuada. El verdadero valor de la esperanza reside en su esencia. Sin embargo, en determinados momentos, también es recomendable dejar de esperar algo que es poco probable que ocurra. Y, en ese tipo de situación, la verdadera esperanza comienza con la aceptación de la realidad. Una observación que puede percibirse con más claridad a través de un ejemplo concreto en el plano de las relaciones personales. Por ejemplo, una persona que tiene la esperanza de enamorar a alguien que es especial para ella, puede marcar un límite a su propia espera si no percibe signos objetivos de que sus sentimientos sean correspondidos.
Aunque la esperanza suele aflorar en momentos trascendentales de la existencia, es especialmente decisiva en el ámbito cotidiano. Por ello, te invitamos a practicarla o a descubrirla en el día a día. Y es que, así como hay muchos instantes que pueden mostrar múltiples razones para la gratitud, también puedes encontrar ejemplos de esperanza a tu alrededor. En el blog de Crearte Coaching hacemos un espacio en este inicio de año para reflexionar sobre una perspectiva que puede ser positiva para afrontar la incertidumbre, conseguir los objetivos de 2025, descubrir un nuevo motivo para practicar mindfulness o vivir de forma plena. ¿Cómo vivir el presente y planificar el futuro desde la esperanza? ¡Comenta y comparte tus propios aprendizajes!