fbpx

Cuando realizas tu inscripción en un curso de coaching presencial, no solo puedes aprender los contenidos de un temario especializado. En este espacio de crecimiento personal se produce un encuentro entre protagonistas con relatos diferentes. Cada persona llega al curso con unas motivaciones específicas y una realidad individual. Sin embargo, el ambiente mágico que se forma en un curso de coaching cuando surge una conexión entre los participantes, conduce a un encuentro en el que cada uno abre su corazón ante los demás. De este modo, cuando asistes a la primera clase, llevas contigo la ilusión del camino que vas a recorrer a nivel potencial. Y en este aprendizaje ocupan un lugar muy importante tus compañeros.

Motivación para aprender

En muchos momentos, ellos serán un apoyo para ti, un estímulo de motivación ante un reto concreto. En otras ocasiones, tendrás la oportunidad de aprender lecciones valiosas a partir del testimonio de superación de quienes, desde su libertad, comparten una historia en un espacio de respeto e intimidad. El ejemplo de superación que observas en los demás te recuerda tu propia capacidad para afrontar posibles temores, iniciar un nuevo camino, tomar decisiones que has aplazado o darte la oportunidad de buscar tu propia felicidad. El factor humano es uno de los ingredientes que enriquece un curso en el que cada uno de los participantes encuentra su espacio y tiene su propia voz. Y este grupo, a su vez, nutre a quienes desde este escenario vital, encuentran una fuente de resiliencia en el aula.

Gratitud por compartir este espacio con los demás

¿Cómo aprender del ejemplo de superación de los compañeros de un curso de coaching? En primer lugar, es importante escuchar con el corazón, agradeciendo el regalo de compartir un momento de la vida en un contexto en el que, tal vez de no haberse producido esta coincidencia en este taller, algunas personas nunca se hubiesen conocido. Además, es importante respetar el espacio de cada persona. Porque cada alumno es libre de decidir cuándo desea compartir una información y en qué momento quiere hacerlo. El propio espacio de un curso de coaching es una invitación para poner en práctica lo aprendido en el aula.

El valor de la escucha

Por ejemplo, podemos quedarnos estancados en la comodidad que sentimos cuando realizamos las dinámicas del curso con compañeros con los que ya hemos creado un mayor nivel de confianza. Pero, al mismo tiempo, tenemos la posibilidad de descubrir a nuevas personas. Un gesto tan sencillo como elegir un asiento diferente en el aula es una oportunidad para crear nuevos encuentros. Durante un curso de coaching, cuando existe implicación por parte del alumno, se produce una evolución personal. El protagonista es consciente, al llegar al último día de clase, de que el lugar en el que se encuentra es diferente al momento vital en el que estaba cuando acudió por primera vez a esta formación. No solo existe una transformación personal, sino que también se produce una evolución en los vínculos creados con los demás.

Tomar decisiones importantes a cualquier edad

Este es un contexto enriquecedor que se nutre con las historias compartidas y la belleza interior de cada ser humano. Este es, además, un lugar en el que conocerás a personas de diferentes edades. Y, más allá de la edad, descubrirás que puede producirse un punto de inflexión en la vida de todo aquel que persigue con determinación un propósito. A lo largo del curso de coaching aprenderás lecciones que dejarán huella en tu memoria, acompañarás a los demás en su viaje de autodescubrimiento, conocerás el ejemplo concreto de quienes han afrontado obstáculos para llegar a metas significativas. A veces, una persona tiene el deseo de hacer un curso de coaching pero, al mismo tiempo, existe algún motivo por el que descarta esa idea. En ocasiones, este motivo se concreta en la incertidumbre que siente aquel que acude a un nuevo lugar, sin conocer a nadie del grupo. Una experiencia que no solo es temporal, sino que además, otros participantes también estarán en el mismo punto.

Ser y estar en conexión con los demás

La experiencia que cada persona tiene de un curso de coaching es única. Pero, además de los contenidos de calidad, o la profesionalidad de quienes imparten la formación, el propio grupo es una invitación para crecer, aprender y evolucionar en un espacio humano en el que surgen temas de conversación que dejan huella. Por supuesto, tú aprendes del ejemplo de los demás y los demás tienen la oportunidad de aprender a tu lado. ¿Cómo aprender de los compañeros de un curso de coaching? Manteniendo la humildad como un valor importante. Algunos de estos vínculos que surgen en un curso de coaching pueden evolucionar hacia la amistad. Pero intenta disfrutar del  curso sin condicionarte con esta expectativa ya que, más allá de aquello que ocurra en el futuro, este presente de formación y autoconocimiento es importante en sí mismo. Por tanto, si en algún momento a corto o largo plazo decides hacer un curso de coaching, no pierdas la oportunidad de aprender del ejemplo de aquellos que te rodean. En Crearte Coaching encontrarás un catálogo de cursos y talleres para formarte en coaching, inteligencia emocional, Mindfulness y PNL, tanto de forma presencial como online. Elige el que más se adapte a ti.

 

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (2 votos, promedio: 5,00 de 5)
Cargando...