fbpx

La gestión de las emociones es un aprendizaje que perfeccionas a partir de tu experiencia. Existen errores habituales de los que conviene aprender. En Crearte Coaching enumeramos los fallos más frecuentes de gestión emocional.

Culpar a terceros de errores propios

Nos resulta relativamente cómodo culpar a terceros de errores propios. Sin embargo, esta actitud es totalmente improductiva. Porque no nos permite hacernos responsables de acciones sobre las que tenemos poder de decisión. Generalmente, cuando entramos en esta dinámica de responsabilizar a otros de posibles decepciones internas, vivimos a la deriva.

Por tanto, una actitud de aprendizaje emocional es no cargar a terceros con un peso que no les corresponde. Ya que además, esta actitud también afecta a la calidad de las relaciones personales.

Evitar lo que te hace sentir incómodo

Si evitamos cada situación o persona que nos produce cierto nivel de incomodidad, corremos el riesgo de frustrarnos ante el menor obstáculo. Por ejemplo, es natural que al formar parte de un equipo de trabajo haya personas con las que tienes mucha afinidad y otras con las que no tienes tanta conexión. Sin embargo, la gestión emocional implica aprender a establecer la comunicación asertiva con personas hacia las que no tienes tanta simpatía.

No escuchar las emociones

La verdadera inteligencia nace del equilibrio constante entre mente y corazón. Conviene buscar el equilibrio en la balanza. Un error todavía posible es reprimir las emociones ante la exaltación de la razón. El concepto de inteligencia que ha estado tan asociado durante tanto tiempo al cociente intelectual, ha hecho que las emociones hayan ocupado un segundo plano de forma injusta.

Vivir pegado a la zona de confort

Si pasas los próximos cinco años en los márgenes de tu zona de confort, corres el riesgo de no aprender absolutamente nada en este tiempo. A veces, una situación nueva produce cierto nivel de incertidumbre. Sin embargo, es recomendable ampliar el mapa personal porque gracias a esas nuevas lecciones de vida y experiencias personales la zona de confort es cada vez más amplia.

Dramatizar la realidad

Un error frecuente es hacer afirmaciones generales de tu vida, teniendo actitudes de dramatismo. Por ejemplo, enfocarte en aquel aspecto que no funciona en tu vida, y hacer de esta visión reduccionista de la realidad, el punto de partida para un diálogo interior de desánimo. Es decir, una actitud de gestión emocional es observar la realidad en términos generales, intentando hacer valoraciones objetivas de la vida en su lado integral. Es decir, evita la cosificación de la felicidad.

Ser impaciente

Una de las virtudes más importantes en la vida es la paciencia. Sencillamente, porque el ritmo de la vida no siempre se ajusta a nuestras expectativas. Y porque con mucha frecuencia, tenemos que esforzanos por metas que suponen tiempo y esfuerzo. La impaciencia solo aporta sufrimiento porque nos lleva a obsesionarnos con aquello que no tenemos en lugar de apreciar lo que sí poseemos.

Evitar la introspección con la ocupación constante

Durante el verano, afloran muchas carencias que han estado adormecidas durante el año por la anestesia de la ocupación constante. Es sano tener planes y ocupaciones. Sin embargo, el ocio y el tiempo personal deben formar parte de tu tiempo libre. Porque este escenario crea el contexto ideal para la introspección y el autoconocimiento. Disfruta de las vacaciones de verano.

Caer en el edadismo

Es decir, hacer afirmaciones negativas de discriminación por edad. Por ejemplo, creer que a partir de cierta edad es imposible cambiar. La realidad es que la vida nos ofrece la oportunidad de evolucionar siempre. Y conviene observar la edad no en términos negativos sino positivos. Porque el tiempo es vida.

Convertir la sinceridad en un defecto

La sinceridad es una virtud en términos de honestidad. Sin embargo, un error frecuente es hacer de la sinceridad un defecto cuando no pones ningún tipo de filtro a tus afirmaciones sobre otras personas. Por tanto, si tienes dudas sobre si lo que vas a decir resulta constructivo o no, reflexiona al respecto. Algunas personas confunden la sinceridad como un valor que aparece reflejado en el mensaje “yo digo las cosas a la cara”. Generalmente, detrás de este tipo de afirmación existe una actitud hiriente hacia los demás.

Vivir con la mochila del pasado a cuestas

Esto es más frecuente de lo que imaginas. Así ocurre, por ejemplo, cuado en cada discusión con un amigo, vuelven a tu mente todas las veces en las que te has sentido decepcionado por él. Vivir con la mochila del pasado a cuestas nos lleva a tener un peso infinito en la conciencia. El pasado forma parte de nuestra vida pero cuando la nostalgia o el miedo por una experiencia del ayer nos lleva a una actitud pesimista en el presente, entonces, cometemos el error de no vivir el presente.

¿Qué otros errores de gestión emocional crees que conviene corregir para ser feliz? ¡Puedes compartir tus ideas en forma de comentario!

Y si quieres profundizar en la Inteligencia Emocional te invitamos a informarte de nuestro Especialista en Inteligencia Emocional.

 

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (2 votos, promedio: 4,50 de 5)
Cargando...