Cada vez son más las empresas que deciden contratar los servicios de un coach externo. Dadas las dificultades del entorno laboral actual a las que deben adaptarse tanto emprendedores como trabajadores, el apoyo externo de un profesional puede ser un refuerzo muy importante para consolidar la colaboración. Uno de los valores que puede aportar un coach externo es la objetividad.
La plantilla de trabajo suele estar inmersa en una dinámica concreta y la figura del coach puede ser el punto de inflexión para mejorar las relaciones del sistema ayudando a los trabajadores a tomar conciencia de cómo, las relaciones que surgen en el interior de ese sistema afectan al funcionamiento del equipo en sí mismo.
Del mismo modo, la figura de un coach puede ser pedagógica para que cada profesional tome conciencia de que el modo en el que se posiciona frente a los conflictos cotidianos puede dar un giro completo a esa realidad.
Muchos profesionales sufren un gran desgaste psicológico en su labor diaria en su puesto de trabajo como consecuencia de los conflictos de comunicación, la falta de integración en el grupo, la sensación de infravaloración frente a los otros o incluso, la falta de reconocimiento por parte del jefe. Integrar los servicios de un coach externo es una herramienta de ayuda emocional muy importante para los profesionales.
Este servicio puede ser un ingrediente diferencial para incrementar la marca de empresa ante los propios trabajadores como un lugar en el que se valora el talento. En la actualidad, existen muchos profesionales que se presentan como candidatos ante una oferta de empleo ofrecida en un proceso de selección.
Del mismo modo, las empresas reciben cada día autocandidaturas de distintos profesionales que ofrecen sus servicios. Sin embargo, las empresas de éxito aspiran a mantener una relación a largo plazo con aquellos trabajadores de talento que buscarán evolucionar profesionalmente en otra empresa si se sienten estancados. Ofrecer servicios de coaching puede ser una nota diferencial para valorar el talento y alimentarlo.
Otra de las razones de peso para contratar los servicios de un coach externo es valorar los beneficios que esta mejora de las relaciones personales en el equipo puede traer a la empresa de lo que se deriva un incremento de la productividad y el rendimiento de una forma directa. Por tanto, también existe un mayor beneficio. Sin embargo, pese a que muchas empresas ponen más atención en el salario económico que reciben los trabajadores como compensación a su labor en la empresa, lo cierto es que conviene valorar también el salario emocional que es básico para prevenir el síndrome del trabajador quemado, la desmotivación profesional, el tedio en la oficina y el estancamiento de los trabajadores.
Todos pasamos muchas horas de nuestra vida en el trabajo. Un negocio que integra el humanismo en su filosofía cuida a sus trabajadores y potencia su bienestar. Cualquier trabajador valora sentirte parte de un entorno en el que no es solo un número (esto es lo que ocurre cuando solo se atiende a la productividad) sino que se siente tratado como persona. Algunos jefes tienen un concepto equivocado de lo que implica la valoración del trabajo. Es verdad que los trabajadores deben cumplir con su deber.
Pero eso no significa que los trabajadores no necesiten sentirse reafirmados en la autoestima de saber que ese buen trabajo es apreciado también de forma externa. Mientras que en muchas empresas el concepto de economía parece que solo se ajusta a los números, en realidad, la economía también remite a las palabras. La ausencia de caricias emocionales ofrece como resultado una falta de implicación de los trabajadores, una despersonalización de su labor diaria. Por el contrario, la generosidad emocional marcada por mensajes personales incrementa el deseo que ese profesional tiene de superarse a sí mismo.
Y este aprendizaje de inteligencia emocional necesario para liderar y mandar con autoridad, resulta más firme cuando se toma la decisión de contratar los servicios de un coach externo que además, gracias al poder de las preguntas puede aportar nuevos matices al mapa de ese sistema. El coaching nos ayuda a ir más allá de lo evidente para transformar la realidad con nuestra actitud.