El objetivo es la meta fundamental del coaching. Como en la vida misma, ese objetivo define el camino a seguir. El coaching hace posible esta consecución de objetivos. Algo posible gracias a una mentalidad de aprendizaje que es opuesta a la mentalidad fija. Una visión de aprendizaje es aquella que permite al ser humano cultivar la semilla de nuevos caminos a través de la formación, la experiencia, el trabajo o la constancia. De este modo, el coaching te pone ante el escenario de mirarte en el espejo de quien puedes llegar a ser; y no solo de quien eres a día de hoy.
Aquellas personas que tienen una mentalidad fija, por el contrario, consideran que sus aptitudes, habilidades y carisma ya están predeterminadas de una forma innata. Desde esta perspectiva, una persona está condicionada en su potencial de desarrollo por estas creencias limitantes. Un proceso de coaching es la mejor herramienta para trabajar esos pensamientos limitantes de una mentalidad fija, haciendo el giro hacia una mentalidad de crecimiento. Esta actitud te va a ayudar a avanzar. Incluso, a pesar del miedo.
Objetivo SMART
La determinación de un objetivo en coaching muestra la importancia de concretar el punto de llegada. Un objetivo que debe ser realmente estimulante, inspirador y cumplir el criterio SMART. ¿Qué cualidades debe cumplir un objetivo fundamental de un proceso de coaching?
1. Este objetivo tiene que ser específico y concreto. Es decir, esta meta tiene que estar contextualizada en el marco de realidad. Este paso es muy importante porque con frecuencia, los clientes confunden la esencia de un deseo con un objetivo en sí mismo. Una meta es específica cuando puedes concretar aspectos esenciales: cuándo, cómo, por qué, para qué, dónde.
2. Medible. Es decir, cuantificable. Tu objetivo debe permitirte evaluar de algún modo si has conseguido ese propósito.
3. Alcanzable. A su vez, gracias a esta perspectiva, también puedes observar las ventajas que esta meta va a traer a tu vida. Una meta puede ser alcanzable para ti dentro de cinco años pero no serlo ahora. El coaching te ayuda a definir un objetivo posible a partir de tus circunstancias actuales y de tu potencial. Que algo sea alcanzable no significa que sea poco estimulante. Todo lo contrario, esta visión te permite avanzar en tu vida desde la perspectiva de la superación y el cambio; propiciando la gestión del tiempo.
4. Realista. En relación con el punto anterior, un objetivo significativo tiene que ser realista de entrada. Es decir, tiene que ser probable y posible para poder materializarse en la práctica del vivir.
5. Concreto en el tiempo. En relación con el punto anterior, este objetivo tiene que ser realista; no un simple deseo que queda en tu mente como una ilusión que no se materializa en la práctica. ¿Qué plazo de tiempo te das para lograr ese objetivo? ¿En qué fecha quieres abrazar esa meta como una realidad?
Método GROW en coaching
El método GROW hace referencia al acrónimo inglés que muestra la esencia del crecimiento que propicia el coaching. Cada letra muestra la esencia de los pasos que conducen a la consecución de un objetivo posible:
1. G remite a Goal, o lo que es lo mismo: objetivo concreto.
2. R define la esencia de Reality, es decir, realidad. Una realidad medida desde la perspectiva de la certeza.
3. O indica el valor de Options; opciones que determinan ese desarrollo potencial. Es decir, posibles recursos para lograr una meta.
4. W remite a Will: hoja de ruta a seguir, es decir, ese plan de acción que conecta el objetivo general con los específicos.
De este modo, el coach ayuda al cliente a explorar su realidad personal para identificar ese objetivo que brilla por encima de todos los demás. Un objetivo que conduce al estado deseado de esa persona. Para llegar hasta ese punto, es fundamental partir de un análisis de la situación presente. De este modo, ambos puntos del mapa vital de esa persona, el presente y el futuro potencial están conectados a través de un plan cuyo cumplimiento depende únicamente del protagonista.
Un objetivo Smart está formulado de tal forma que cualquier persona que conozca ese propósito puede entenderlo con exactitud en relación al qué, cómo, cuándo, cuánto y dónde. Puede comprenderlo sin necesidad de añadir más rodeos o explicaciones. Sencillamente, porque esa idea ya contiene la síntesis de ese proyecto de realización personal. La formulación de ese objetivo abarca la visión de ese proceso de coaching. Con mucha frecuencia, la sensación de fracaso personal nace, precisamente, de esos objetivos mal planteados que producen tanta frustración en el plano personal.
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