Cuando te preguntan a qué te dedicas, ¿Qué contestas? ¿Haces coaching o eres coach?
Te propongo volver por un instante a esos primeros momentos, cuando descubriste el coaching y decidiste profundizar en esta disciplina y formarte.
El mundo del coaching es apasionante desde el principio, no es un curso por el que pasas de puntillas, la formación especializada en coaching pasa por cada parte de ti, y esa, justo esa, es la primera semilla que plantas para SER COACH.
Comenzar a practicar sesiones de coaching puede ser emocionante pero también puede ser desafiante, algunos obstáculos que se nos presentan son:
1. FALTA DE CONFIANZA
Es común sentirse inseguro y con poca confianza al comenzar a practicar sesiones de coaching. Esto puede deberse a la falta de experiencia o a la creencia de que no se tiene suficiente conocimiento o habilidades para acompañar a alguien a lograr sus objetivos.
2. MIEDO A EQUIVOCARSE
El miedo a cometer errores o no saber qué hacer en una sesión puede ser un obstáculo importante al principio. Esto puede llevar a una sensación de parálisis o evitar ciertas preguntas en una sesión de coaching.
3. FALTA DE CLARIDAD EN EL PROCESO
La dificultad de establecer objetivos claros, sentir que pierdes de vista los acuerdos alcanzados mientras avanzas en el proceso.
Para superar estos obstáculos y dudas, es importante que recordemos que el coaching es un proceso de aprendizaje continuo. Es normal sentirse incómodo o inseguro al principio, pero con el tiempo y la práctica, se va desarrollando una mayor confianza y habilidad.
En estas primeras sesiones nos apoyamos en un proceso estructurado, estamos sujetos al modelo GROW en el que, paso a paso, tenemos un marco claro durante la sesión.
HACER COACHING
HACEMOS COACHING siguiendo el modelo GROW, trabajando en colaboración con el cliente para establecer objetivos claros y específicos (GOAL), explorar la realidad actual (REALITY), generar opciones para abordar los obstáculos (OPTIONS) y desarrollar un plan de acción concreto y realista para lograr el objetivo (WILL).
Nos sentimos seguros aferrados a nuestro guion de preguntas, algo confundidos cuando el volumen de nuestro dialogo interno es más alto que la voz de nuestro cliente, incómodos con las señales que nuestro cuerpo nos envía y sentenciados al finalizar las sesiones por ese juez implacable que nos dicta que podríamos haberlo hecho mejor.
La formación continua es esencial para el desarrollo de un coach, no solo para adquirir nuevas habilidades y mejorar las ya existentes, sino también para visualizar una perspectiva más amplia de tu desempeño como coach, viendo reflejado un impacto muy positivo haciendo coaching y siendo el coach que necesita tu cliente.
SER COACH
Es en este momento, al poner el foco en el coach que estamos siendo con nuestros clientes, cuando nos damos cuenta de que podemos dar unos pasos e ir más allá de una sesión con preguntas estructuradas.
En Crearte Coaching, acompañamos a los coaches en estos pasos, tanto con el Nivel 2 de nuestro Curso Experto en Coaching Profesional como el Curso Especialista en Mindful Coaching.
El Mindful Coaching se enfoca en la integración de la práctica de la atención plena en el hacer del coach, esto implica trabajar conjuntamente actitudes mindfulness, como la mente de principiante, el no juicio, la paciencia, la confianza, la distensión, etc., junto a las competencias profesionales del coaching. Lo que sin duda convierte esa mentalidad de hacer coaching a una comprensión de estar siendo el coach que siente flexibilidad, se adapta y responde tanto a sus necesidades como a la de sus clientes en tiempo real, sin un plan estructurado, trabajando con lo que emerge aquí y ahora, sin perder de vista el acuerdo de coaching.
La diferencia entre hacer coaching y ser coach radica en la intención y la actitud de la persona que está brindando el apoyo, alguien que hace coaching puede estar aplicando técnicas de coaching, alguien que se siente coach, no solo ha interiorizado las herramientas y la teoría, sino también el conocimiento de sus propios desafíos en su desempeño como coach, lo que le hace estar presente durante las sesiones, siendo un coach más intuitivo y estando más en sintonía con su cliente, generando una mayor confianza y conexión entre ambos.
Otros enlaces que te pueden interesar son:
- Curso Experto en Coaching Profesional.
- Curso Especialista en Mindful Coaching.
- Mindfulness, qué es y cómo se practica.
Creo que existen otros motivos por los que una persona diga que hace coaching y no diga que es coach. No solo es una cuestión de seguridad, experiencia o formación. En mi caso concreto decir que soy coach es dejar de lado otros roles. Es identificarme solo por una parte de lo que hago. Yo soy psicóloga de empresa que hace coaching, formación y consultoría. Y me identifico con cada uno y todos los roles que desempeño. Por eso digo soy psicóloga de empresa, creo que es mucho más que ser solo coach.
Estimada Cándida, muchas gracias por tu comentario y tu aportación a este nuevo artículo. El enfoque que quisimos darle es hacia ese sentimiento de sentirse coach, cuando sentimos que llegamos mucho más allá después de trabajar en nuestro autoconocimiento y nuestro desempeño como coaches, sin excluir ni dejar de lado otros roles que podamos desempeñar profesionalmente. Un saludo
Me encantó el artículo y me parece esencial para aquellos que están formándose o lo han hecho,el poder definirnos como Coach es el primer paso hacia autoconfianza y seguridad en nosotros mismos. Cuanto nos cuesta a veces definirnos por temor a ponernos etiquetas o creer que no las merecemos! Gracias
¡Gracias Serena!