Tenemos la costumbre de cuantificar el tiempo de manera numérica. Sin embargo, aunque el ritmo de los segundos, minutos y horas siempre es el mismo, nuestra vivencia no se describe de manera general por medio de la expresión de esta información del reloj. Eres plenamente feliz cuando te sientes alineado con la esencia del aquí y el ahora. Cuando estás concentrado en aquello que ocurre ahora mismo. ¿Cómo ser consciente y estar presente en el ahora?
No puedes hacer nada para cambiar decisiones que tomaste en el pasado. Puedes influir en el presente y en el futuro a través de un acto de presencia consciente. Un hecho que tiene que ver con la certeza interior de estar en el tiempo exacto.
Puedes observar la vinculación entre la teoría y la práctica en las distintas esferas de la vida. Por ejemplo, en el ámbito académico. Cuando un profesional se prepara para el desempeño de una profesión, completa una formación que combina una base teórica y una experiencia práctica.
La práctica de la presencia consciente
Todos somos conscientes en la teoría de que vivir el momento es lo mejor que nos puede pasar. Sin embargo, pronto surgen afirmaciones que precisamente muestran una forma de autoboicot en el propósito de llevar a la práctica esta filosofía. La afirmación «no es tan fácil» se convierte en una excusa habitual. Una afirmación que nos lleva a no intentarlo de manera constante.
No se trata de observar esta meta desde la perspectiva de siempre o nunca. Sí puedes incrementar tu motivación en la dirección de intentar pasar más tiempo en este escenario de la existencia.
Si observas el ejemplo de algunas de las habilidades más importantes que has adquirido en tu vida y de otras más sencillas, puedes darte cuenta de cómo, más allá de la diferencia en la naturaleza propia de cada aprendizaje, existe una cuestión común: la práctica. A través del refuerzo de la experiencia, amplías tu zona de confort. Afianzas un aprendizaje. Perfeccionas esa habilidad y desarrollas este potencial. Esta práctica también es indispensable en el ejercicio de vivenciar la experiencia consciente.
Este es un tipo de aprendizaje, además, que cuando lo adquieres influye notablemente en tu calidad de vida. Algo visible en todas las esferas de la existencia: en los instantes de soledad, en las relaciones familiares, en la vida laboral, en el tiempo libre, en la relación de pareja, en el vínculo con uno mismo, en la rutina… Sumas felicidad al reducir preocupaciones innecesarias y ruido. Por el contrario, alimentas la serenidad interior y la calma.
¿Qué ocurre cuando vives gran parte del día en el futuro o en el pasado?
Te pierdes la experiencia de aquello que ha pasado en la jornada. No solo en relación con aquello que sucede en el entorno que te rodea. También con aquello que sucede en tu interior. La presencia consciente afianza la introspección que es clave para reforzar la libertad por medio de una mirada que incrementa tu empoderamiento en la toma de decisiones.
Cuando una persona vive al compás de la prisa, cuando la ocupación constante le impide centrarse en el ahora, siente que los días pasan como si todos fuesen iguales. Y experimenta el vacío interior que produce la añoranza de una felicidad más profunda. El proceso de transformación personal comienza con ese momento de inspiración vital en el que alguien toma conciencia de qué es aquello que está limitando su desarrollo pleno. A partir de este diagnóstico, es posible tomar decisiones y generar cambios.
A través de esta atención a tu ser integral, por medio de esta escucha atenta de tus emociones, tus sentimientos, tu diálogo interior y tus sensaciones corporales puedes conocerte mejor a ti mismo. Y este autoconocimiento es fundamental.
Cambias tu vida cuando conectas con el presente
La edad es un dato que forma parte del presente de cada ser humano. La edad remite al tiempo. Y aunque existen aspectos en las relaciones personales que pueden mostrar la distancia intergeneracional, por el contrario, existe un ingrediente necesario en todas las décadas de la existencia: vivir el presente. Los niños viven conectados a este tiempo y, de hecho, como adulto también puedes volver a conectar con tu «niño interior».
Los adultos corremos el riesgo de no dar la importancia que merece a este hecho al considerar que otros asuntos del día a día son más urgentes. Mientras que aprender a vivir el presente ahora te permite mejorar tu calidad de vida también en el futuro por medio de este primer paso, la situación opuesta trae consigo la consecuencia negativa de la toma de conciencia de un tiempo que no se disfrutó en toda su belleza. No puedes cambiar el modo en el que te has posicionado ante el presente en el tiempo pasado, sin embargo, sí puedes influir en cómo quieres posicionarte ahora. Y allí reside la sabiduría que cada ser humano puede cultivar.
Este aprendizaje tan importante forma parte del curso de «Especialista en Inteligencia Emocional» en una programación intensiva que se llevará a cabo entre los días 28 de junio y 7 de julio. La metodología “El despertar de la conciencia” es una propuesta única de Crearte Coaching.
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Foto – Pexels
Es muy bueno
Es muy bueno y muy divertido
Estar presente es poner nuestra atencion a lo que acontece en cada momento del dia, a la realidad, sin juzgar, con aceptacion y amabilidad; y a interpretarlo de la manera que mejor nos favorezca a nuestro proposito de vida.