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¿Cómo encontrar la felicidad en los pequeños momentos de cada día? Hay momentos en los que la belleza de lo cotidiano irrumpe de forma especial ante la conciencia. Instantes en los que la magia de la existencia se percibe desde otra dimensión. Aquella que se expresa por medio de la metáfora del regalo. Ojalá que haya muchos instantes en los que te sientas afortunado por abrazar pequeños grandes momentos en el presente. Aunque haya tantos sueños que te queden por cumplir. Aunque tal vez estés atravesando procesos complejos a nivel interno. ¿Cómo encontrar la felicidad en los pequeños momentos de cada día?

La luz de la vida se abre camino en el horizonte a través de aquello que, desde tu punto de vista, dota de sentido tu existencia. ¿Cómo encontrar la felicidad en los pequeños momentos de cada día? Sin duda, no hay recetas, ni trucos mágicos. Pero sí hay algunas claves que nos ayudan a avanzar hacia la alegría.

1. Pon el foco en los motivos por los que quieres dar las gracias

Cultivar la gratitud no significa caer en el autoengaño e ignorar otros aspectos que son menos amables. Sin embargo, quizá no haya que dar tanta importancia a algunas de esas cuestiones que apagan la sonrisa interior. Algunas personas irradian una sabiduría vital que inspira a todo aquel que está a su alrededor. Es importante no minimizar el valor de esos pequeños momentos al considerar que siempre seguirán formando parte de la rutina. En cualquier instante puede ocurrir algo que lo cambie todo.

2. Relativiza: muchas cuestiones recientes serán totalmente secundarias dentro de unos meses

A veces, podemos alimentar la preocupación y experimentar un profundo desgaste al girar constantemente en torno a cuestiones recientes que parecen trascendentales cuando no se sitúan en un óptimo nivel de importancia. Cuando el ritmo de vida se caracteriza por la velocidad, es difícil conectar con un orden de prioridades que es un reflejo de los valores y las necesidades personales. Relativizar es un aprendizaje que se fortalece a través del entrenamiento y la experiencia práctica. Y el humor es un gran antídoto.

3. El efecto contagio de las buenas noticias

Tu mundo se enriquece cuando te alegras por aquellos motivos de felicidad que ocurren en la vida de los demás. Es decir, no solo puedes sentirte el protagonista directo de un instante inolvidable, sino que también desempeñas ese rol cuando alguien te hace partícipe de una situación favorable en el plano personal o profesional. Eres testigo de la belleza de la vida a través del amor, la amistad, el compañerismo, la amabilidad, la confianza…

4. Abraza la belleza a través de los sentidos

A veces, la felicidad conecta con las sensaciones. Quizá hayas vivido algún instante en el que un olor te hizo viajar en el tiempo hasta trasladarte a un momento inolvidable de tu pasado. Las experiencias positivas que se alinean con los diferentes sentidos se convierten en una vía para conectar con el instante. Por ejemplo, siente la brisa en tu piel cuando caminas por la calle. Saborea cada ingrediente del menú que vas a tomar en la cena.

Siente la fuerza del vínculo a través del abrazo con un amigo. Cuando la forma de afrontar la rutina cotidiana avanza desde el ritmo que marca la prisa, los sentidos pueden llegar a quedar adormecidos. Es decir, hay muchos estímulos que pasan totalmente desapercibidos.

5. La felicidad va más allá de recibir (también está en dar)

Sin embargo, es recomendable encontrar un equilibrio interior. Especialmente, en aquellos momentos en los que sientes que, por alguna razón, necesitas centrarte más en ti. Pero mantén tu corazón abierto y no te encierres en ti mismo. Los momentos más bellos de la rutina se crean desde perspectivas diferentes. Por ejemplo, tal vez te impliques en el cuidado de una persona cercana y ese cuidado sea un motor en tu existencia. En otras ocasiones, quizá te sientas querido y acompañado por alguien que tiene un detalle bonito contigo.

¿Cuántos momentos de calidad quedan eclipsados mientras permanecemos a la espera de que llegue un gran acontecimiento que tal vez nunca suceda? Además, aunque haya algún hecho relevante que pueda llegar a concretarse en un horizonte próximo, conviene recordar cada día de la vida que la felicidad plena va más allá de la meta. Conecta con la magia que se esconde a lo largo de un proceso en el que los pequeños instantes pueden ser claves.

El viaje hacia la verdadera felicidad, aquella que se desvela en su sentido más profundo y alcanzable a través de metas realistas, también se alinea con el aprendizaje. El conocimiento no solo puede estar orientado hacia la preparación de un próximo reto profesional. La vida en sí misma se convierte en toda una aventura que nos deja grandes lecciones cada día en forma de valores, amistad, humildad… Te invitamos a descubrir nuestro catálogo de cursos de iniciación, talleres en directo y formación especializada. En relación con este último apartado, te recordamos que en breve va a comenzar la próxima edición del Curso Experto en Coaching Presencial. ¡Contacta con nuestra escuela para solicitar más información sobre esta propuesta o cualquier otro programa!

 

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