Vivimos un momento en el que la realidad nos desborda con noticias que, en algunos momentos, nos dejan sin palabras. Una situación extraordinaria en la que también renace la humanidad en su máxima potencia a través de expresiones de solidaridad y ayuda mutua. La búsqueda del bien común es el motor de una sociedad formada por personas que buscan su mejor versión.
Gestos de bondad y superación que ofrecen la certeza de una esperanza que nos abraza en un tiempo en el que nuestra fragilidad y nuestra vulnerabilidad se hacen más presentes ante nuestros ojos. ¿Cómo alimentar la calma interior? ¿Cómo descansar el peso que produce la preocupación o la incertidumbre?
Descúbrete a ti mismo desde la mirada del amor
No existe un manual de indicaciones que nos explique cómo vivir este momento, cada uno realizaremos nuestro propio proceso. Descúbrete a ti mismo desde la comprensión, la empatía, la amabilidad y el cariño. Pero, también, siente la compañía de una sociedad que persigue un mismo objetivo.
En este periodo de incertidumbre, intenta vivir el día a día. Encuentra el arraigo de la certeza de este instante en el que no existe espacio para realizar hipótesis de futuro cuando sientes el efecto terapéutico de la atención plena. Lectura, cine, escritura, juegos, planificación de próximos proyectos que no queden fijados a la expectativa de una fecha en concreto, estudiar, compartir conversaciones, escribir un diario, cocinar, descansar, escuchar la radio, potenciar la introspección, dibujar…
En Crearte Coaching te animamos a ampliar esta lista con otras ideas que te ayuden a cuidarte y mimarte durante estos días.
Lecciones de aprendizaje vital
¿Cómo alimentar la calma interior durante este tiempo de cambio? Desde el aprendizaje más profundo. Una de las enseñanzas que nos ofrece este escenario es la alegría inherente a tantas situaciones previas que quizá antes no poníamos en perspectiva del modo en el que ahora lo hacemos. Una visión que añade emoción a ese instante en el que la realidad vuelva a fluir al ritmo de un nuevo renacer.
No todos los días son idénticos porque la forma de vivir cada jornada también es diferente. Tal vez haya momentos en los que te cueste más conectar con la calma interior. Escucha tus emociones y tus sentimientos. Quizá, la escritura te ayude a poner nombre a aquello que sientes y a exteriorizarlo en un papel. Y recuerda que este periodo es temporal.
Comparte este momento
Abre tu corazón y escucha también al otro. Escucha el sonido de los balcones que se llenan de vida a las 8 de la tarde. Siente la cercanía de quien te acompaña al otro lado del teléfono. Observa el valor de la solidaridad, tan presente durante estos días, como un latido de esperanza que refuerza el bien común.
Cuidemos las palabras
Porque el lenguaje también es una semilla de calma interior que se debilita, por ejemplo, ante mensajes negativos o quejas constantes. Las palabras pueden ser un vehículo de esperanza y amor hacia nosotros mismos y, también, hacia los demás. Quizá durante estos días te apetezca enviar cartas a través de correo electrónico a amigos que recibirán tu mensaje en un momento tan significativo.
Recientemente, el pasado 17 de marzo, Luis Rojas Marcos compartió esta reflexión en Twitter: “La ilusión nos ayuda a neutralizar el fatalismo y la indefensión ante las calamidades. Como dijo con acierto un maestro de la medicina, las personas podemos vivir un mes sin comida, tres días sin beber agua, siete minutos sin aire, pero solo unos pocos segundos sin esperanza”. Unas palabras de reflexión que añaden luz al presente.
Un mensaje con el que despedimos este artículo en Crearte Coaching recordándote, además, que durante los meses de marzo y abril puedes acceder a todas nuestras Webinars de manera gratuita. ¿Cómo alimentar la calma interior durante este tiempo en casa? Descubre el efecto positivo de la compasión en el siguiente vídeo en el que Beatriz García Ricondo reflexiona sobre este tema tan humano.
Finalmente, si deseas compartir ideas, reflexiones y mensajes, escribe la información en un comentario que alimente la esperanza de aquellos lectores que, a través de la magia de la tecnología, reciban la compañía de esa esperanza de la que todos somos partícipes y protagonistas. ¡Muchas gracias!
Preciosa reflexión.