La existencia humana tiene una vertiente temporal. De ahí que poner en práctica el carpe diem es un signo de inteligencia emocional de aquella persona que es consciente de que cada instante es único e irrepetible. La gestión eficaz del tiempo no solo es indispensable en el plano laboral sino también, en el ámbito personal.
¿Cómo ser dueño de tu tiempo en lugar de esclavo del mismo? Hoy es un buen día para dejar de vivir a contrarreloj para escuchar el tiempo más importante: el tic-tac de tu corazón.
1. Desde el punto de vista ideal, una persona puede tener un número ilimitado de sueños y deseos, sin embargo, en la realidad práctica de la propia vida es indispensable establecer un orden de prioridades que se ajuste a ese orden de expectativas interno. Cuando existe una armonía entre ambos planos, entonces, existe un equilibrio interior. La perspectiva temporal es un impulso para tomar decisiones que te ayuden a vivir la vida que realmente quieres.
2. Existen recursos externos que pueden ser de gran utilidad para organizar el tiempo de un modo eficaz: una agenda es un medio fantástico para realizar un cronograma de tareas a realizar a lo largo de la jornada. Desde este punto de vista, es positivo consultar la agenda cada noche para echar un vistazo a las tareas del día siguiente.
3. Ten un espíritu práctico en la toma de ciertas decisiones. Por ejemplo, si quieres apuntarte a clases de inglés, entonces, puedes elegir una academia que esté situada cerca de tu domicilio o de tu lugar de trabajo con el objetivo de evitar los largos desplazamientos que pueden ser causa de desmotivación. Del mismo modo, realiza los principales recados en tu barrio.
4. Un hábito muy importante para una mejor gestión del tiempo es realizar durante las primeras horas de la mañana esas tareas que suponen un esfuerzo extra. En caso de postergar esas actividades, cargas con ellas hasta el punto de que el peso emocional va en aumento. Un asunto que te da miedo parece más difícil todavía si lo aplazas.
5. Conviene no confundir el valor personal con la ocupación. El descanso es fuente de salud y bienestar. Regálate, al menos, quince minutos cada día que sean solo para ti. Y si es posible más tiempo, mejor. El tiempo de ocio no es exclusivo del fin de semana: ¡Diviértete también en lunes!
6. Existe una idea irracional que es un freno notable del desarrollo personal: la creencia de pensar que eres insustituible puede llevarte a un cansancio crónico. Por el contrario, la sabiduría de aprender a delegar no solo refuerza el bienestar interno, sino que además, también potencia el espíritu de equipo y mejora las relaciones personales. Aplica la inteligencia emocional del equipo a tu rutina cotidiana.
7. Cuando un amigo te llame por teléfono para proponerte un plan concreto, es muy importante concretar una fecha para ese plan en un plazo máximo de quince días. Es un consejo útil para evitar el distanciamiento en las relaciones. Adelantar el reloj cinco minutos también es una medida práctica para prevenir posibles retrasos en las citas.
8. No por querer abarcar demasiado, lograrás avanzar más rápido. Establece un orden y realiza las tareas una a una.
9. Existen fechas en el calendario que son motivo de celebración: fiesta de cumpleaños, fiesta de San Valentín, aniversario de bodas… Sin embargo, es muy importante convertir la celebración en una actitud ante la vida y crear motivos de celebración en cualquier fecha. La celebración eleva el sueldo emocional.
Invierte tu tiempo en un fin que de verdad sume momentos de calidad a tu vida.
10. Si vives con una sensación de prisa constante. Si sufres por dar prioridad a los deseos de los demás antes que a tus propias intenciones, entonces, reflexiona. Escucha esa voz interior y transforma esa insatisfacción interna en un impulso para desplegar tus alas y volar en libertad.
En relación con el tiempo, lo importante no es llegar cuanto antes a tu meta sino llegar: la felicidad surge en el instante en el que sabes que estás en tu camino correcto: ¿Cómo visualizas ese horizonte de felicidad? ¿Qué vas a hacer para alcanzarlo?
¡El tiempo se convierte en tu gran aliado cuando te pones en movimiento!
Foto – Mariya Prokopyuk en Flickr