Las metas que te marcas en tu camino personal o profesional son significativas cuando están alineadas con tu verdadero propósito vital. Sin embargo, la motivación puede convertirse, en múltiples ocasiones, en el punto débil. Sencillamente, esta puede cambiar en función de las circunstancias, el estado en el que se encuentra un proceso o la propia percepción de las dificultades. El compromiso es más importante incluso que la motivación, ya que el primer factor impulsa al segundo. Es esencial que aprendamos a perseverar cuando nos encontramos con variables que nos hacen dudar de la posibilidad de alcanzar una meta. ¿Cómo mantener la motivación para lograr tus objetivos?
1. Visualiza desde la perspectiva del logro ese objetivo
Tu motivación puede debilitarse en diferentes momentos, sin embargo, es probable que se refuerce cuando te imaginas a ti mismo como protagonista de un éxito merecido. Un éxito que llega tras un tiempo de esfuerzo, coherencia, perseverancia, trabajo, ilusión… Pues bien, aunque ahora te parezca difícil de imaginar, visualízate desde la perspectiva de ese logro que transforma tu existencia y te sitúa ante un horizonte diferente. El cine, el teatro y la literatura pueden convertirse en un buen recurso de apoyo emocional para encontrar ejemplos de superación, perseverancia y éxito.
2. Encuentra un sentido que te motive para lograr tus metas
Si quieres conseguir un objetivo específico, es importante que conectes con el sentido que este proceso tiene para ti. ¿Por qué esa meta es relevante en esta etapa? ¿Qué representa para ti a nivel personal, emocional o vital? ¿Qué otro sentido añadido podrías buscar para completar el plan de acción? ¿Qué puedes aportar tú a dicho objetivo y qué puede ofrecerte a ti?
3. Define con claridad cuál es tu orden en tus prioridades
Un objetivo profesional o personal merece un tiempo y un espacio en tu vida (el espacio que requiere el cumplimiento de esa transformación). ¿Sabes con claridad cuál es tu orden de prioridades? ¿Y actúas de manera coherente con esas prioridades que deseas alcanzar? Si quieres conseguir uno o varios objetivos, necesitas adaptar la organización y la planificación al contexto de tu propia realidad.
4. Desarrolla otros puntos de apoyo (más allá de la motivación)
La motivación es relevante, pero no es el único factor que puede impulsarte para conseguir tus objetivos. Existen otras variables a tener en cuenta: la gestión del tiempo, el establecimiento de una rutina, la compañía de una red de apoyo, el coaching, el autoconocimiento, el orden, el descanso… Céntrate en otros puntos de apoyo que, por otra parte, también repercuten directamente en la motivación.
5. Mensajes de afirmación y fuerza
El poder del lenguaje en el ámbito del coaching, y en el camino hacia un objetivo, es muy importante. Así lo muestran los mensajes de afirmación y fuerza que puedes utilizar como un mantra o un impulso en tu propio empoderamiento personal. Crea y construye alguna fórmula que te ayude, te inspire y te invite a avanzar. Los verbos que invitan a la acción, a la conexión con el presente y a la transformación dejan una profunda huella a nivel interno.
Un mensaje de afirmación y fuerza es todavía más poderoso cuando lo haces propio y lo personalizas. Practica la generosidad en este plano para nutrirte con aquellas palabras que te repiten tus amigos o las personas que te quieren. Busca inspiración, especialmente, en la empatía con la que te habla un amigo que te impulsa en tu potencial: una persona que abraza tu dignidad, percibe tu mejor versión y te admira por ser una persona única e irrepetible.
6. Formación constante y experiencia práctica
El impacto de la formación continua va más allá del plano profesional, especialmente, cuando la formación se centra en aspectos que también son relevantes en otros ámbitos. Así sucede, por ejemplo, con la inteligencia emocional, la comunicación o la atención plena. La formación constante, que complementa la experiencia adquirida a partir de la propia vida, aporta fuerza, recursos de apoyo, perspectiva y nuevas capacidades. Traslada a la práctica todo aquello que aprendes a nivel teórico. Existe una conexión constante entre ambos planos. ¿En qué ámbito te gustaría mejorar o profundizar en tu grado de formación? ¿Qué necesitas, además de aquellas herramientas que ya tienes actualmente, para conseguir tus objetivos?
¿Cómo mantener la motivación para lograr tus objetivos? Trascendiendo más allá de tu propio nivel de motivación, ya que este puede cambiar en función del momento, las circunstancias o el contexto. Los objetivos son importantes, pero lo más relevante es el aprendizaje: la vida vivida de forma consciente.