Imagino que, tal y como me sucede a mi, también tú sentirás como muchas veces la vida pasa sin que seas realmente consciente de ella. Dejándote esa sensación familiar de estar perdiendo momentos que no volverán.
Hoy mismo, antes de ponerme a escribir, pensaba ¡madre mía, marzo ya está terminando! Y venía a mi mente el estribillo de una canción de Joaquín Sabina que dice «¿quién me ha robado el mes de abril?, ¿cómo pudo sucederme a mi?».
Total, que me apunto a no dejarme robar este nuevo mes de abril. Por lo que, si te unes a esta intención de estar más presente en tu propia vida, te invito a hacerlo cultivando momentos de ahoridad.
¿Y qué es la AHORIDAD?
Es tu capacidad de vivir plenamente el aquí y el ahora.
Cuando cultivas la «ahoridad» pasas de vivir en el tiempo lineal que conocemos como «Cronos» en el que tu mente viaja continuamente del pasado al futuro perdiéndose lo que está sucediendo delante de tus narices, a vivir el tiempo «Kairós» que te permite sintonizar plenamente con lo que estás haciendo en cada momento.
La «ahoridad» te abre la puerta a un estado de presencia en tu vida cotidiana que te ayuda a vivir más intensamente cada momento. Y cuando estás en ese punto, experimentas una sensación de completitud y conexión contigo y con tu sabiduría interior.
Beneficios de la AHORIDAD
Está demostrado científicamente que la práctica de mindfulness trae grandes beneficios a nuestra vida a muchos niveles, como una mejora de la gestión emocional, más concentración, claridad, toma de decisiones, reducción del estrés y la conflictividad, incremento de la memoria y de la capacidad de aprendizaje, etc.
Si bien, además de todo esto, cuando estás mas presente en tu propia vida, ésta cobra más sentido. Cada pequeño acto cobra un significado más profundo que te permite descubrir aspectos que antes te pasaban desapercibidos y que te regalan la oportunidad de disfrutar de las cosas sencillas.
Además, estar presente te hacer sentir un mayor arraigo y estabilidad en tu propio cuerpo, una sensación de calma interior, aunque fuera reine el caos. Dentro de ti hay un lugar donde todo está bien pase lo que pase fuera. Cultivar la «ahoridad» te ayuda a conectar con ese lugar interior que te trae la certeza de que, pase lo que pase, mientras sigas respirando todo está bien.
¿Cómo practicar la AHORIDAD?
Para desplegar esta capacidad te propongo algunas sencillas técnicas que deseo te ayuden a no dejarte robar el mes de abril:
- Céntrate en una sola tarea cada vez. Potenciarás tu estado de presencia en lo que estés realizando, evitando la dispersión que trae el mito de la multitarea.
- Convierte momentos cotidianos de tu día a día en oportunidades para aunar mente, cuerpo y emociones en un todo orgánico que fluya con la experiencia. Así puedes cepillarte los dientes con atención plena, lavar la vajilla, pasear a tu mascota, cepillarte el pelo, o cualquier otra actividad que realices habitualmente. Te sorprenderá la cantidad de matices que normalmente te pasan desapercibidos.
- Practica la respiración consciente. Respirar profundamente disuelve la ansiedad, calma la mente y el corazón y te devuelve al ahora. Mientras que tu mente se anticipa creando todo tipo de escenarios potencialmente peligrosos, tu cuerpo y respiración son el puente al momento presente. Úsalo.
- Y habitúate a realizar «micro pausas» conscientes que te ayuden a traer de vuelta tu atención a lo que sea que estés haciendo en ese momento, saliendo de la cárcel en la que tantas veces se ve atrapada tu mente. Puedes programar tu reloj o teléfono con un sonido que te ancle a disfrutar de esos momentos mindfulness en los que traer de vuelta la atención dispersa a lo que sea que estés haciendo en ese momento.
Encantada de saber más sobre cómo va tu práctica de «ahoridad» y de acompañarte a reconectar con ese lugar que habita dentro de ti.