La muerte forma parte de la vida. A veces, lo olvidamos. Sin embargo, el día de Todos los Santos vuelve a traer a nuestro recuerdo la presencia de aquellas personas que han formado parte de nuestra historia. El pasado se hace presente. La tristeza puede ser una banda sonora frecuente en esta jornada en forma de nostalgia. Sin embargo, en Crearte Coaching te invitamos a vivir este día con el abrazo de la gratitud.
Tu vida no sería la misma sin esas personas que han tenido una influencia en tu historia. Por tanto, no te enfoques tanto en la ausencia; vive la presencia. Una presencia que está en ti aunque de otra forma. Los recuerdos son un legado de esa presencia previa. ¿Cómo cultivar la gratitud después del duelo de un ser querido? El día de Todos los Santos es un ejemplo más de cómo nos afecta el pasado.
1. Películas recomendadas en Todos los Santos
El cine es un buen plan de ocio para reflexionar sobre la línea tan fina que separa la vida y la muerte. La película Belleza Oculta interpretada por Will Smith, Helen Mirren, Edward Norton, Michael Peña, Naomie Harris, Kate Winslet y Keira Knightley es un ejemplo de ello.
La película cuenta la historia de un ejecutivo de éxito. Un ejecutivo cuya vida cambia por completo cuando la muerte de un ser querido modifica su destino para siempre. A partir de ese momento, sus mejores amigos idean un plan de autoayuda. Sin embargo, este plan también da lugar a algunos imprevistos.
Existen otras películas que también tratan la temática de la muerte. “Posdata: te quiero” protagonizada por Hilary Swank y Gerard Butler. La película cuenta la historia de Holly Kennedy, una joven viuda que intenta reponerse después de la inesperada muerte de su marido Gerry. Sin embargo, su muerte es todavía más difícil de asumir porque la protagonista continúa recibiendo cartas de amor de su esposo.
La película “Ahora o nunca” protagonizada por Jack Nicholson y Morgan Freeman aborda la temática de la muerte desde la perspectiva de la vida y el carpe diem. Ambos interpretan a dos pacientes que sufren un diagnóstico terminal y deciden invertir el tiempo que tienen de vida en cumplir muchos de los sueños pendientes. Películas que, cada una desde su perspectiva, muestran un mensaje de gratitud hacia la vida.
2. La vida es bella
Siguiendo con el lenguaje cinematográfico, la realidad es que todos hemos sentido en algún momento que la vida altera nuestra propia lógica. Sin embargo, a pesar de esa fealdad que en ocasiones sentimos y percibimos, existe una belleza latente de fondo que permanece en la superficie constantemente. Y para reflexionar sobre este tema bien merece la pena disfrutar de la fuerza pedagógica de esta cinta de Roberto Benigni.
“La vida es bella”, es un mensaje sencillo que puede convertirse en un mantra frente al dolor del duelo. Repítelo en voz alta con más frecuencia. La vida es amor; esperanza; emoción; verdad.
3. Tu historia continúa
En el día de Todos los Santos, o en cualquier fecha señalada en la que nace en ti la nostalgia de la ausencia, recuerda algo muy importante: tu historia continúa. Tú estás vivo, y este es un milagro en sí mismo. Observa tu grandeza emocional al mirarte en el espejo. El mejor homenaje de amor que puedes hacer a aquellos que te acompañan en el recuerdo es sonreír a la vida, fomentar tu propia felicidad.
4. ¿Qué lecciones has aprendido?
La vida de una persona tiene un valor trascendente desde la perspectiva del aprendizaje. Es decir, si pones tu mente y tu corazón al servicio del conocimiento, entonces, puedes extraer grandes lecciones vitales a partir de la historia de esos seres queridos ausentes. Por ejemplo, tal vez algún familiar te mostró una lección de vida en un momento de enfermedad. Las personas a las que has querido y te han querido, te han dejado lecciones con su propia vida. Intenta aprender de esos mensajes para ser tu mejor versión.
5. Piensa en la muerte
Al pensar en la muerte, tomamos una mayor conciencia del contexto de la propia vida. Nuestra inteligencia emocional aumenta su poder de comprensión frente a lo real. Sin embargo, recuerda que como muestra la propia filosofía, en ocasiones, el arte de la vida reside en el poder de la pregunta. Preguntas que en ocasiones no tienen una respuesta definitiva. La muerte está acompañada de muchos misterios; pero también de certezas. Por ejemplo, nos acerca a la certeza de nuestra propia finitud. Por esta razón, cuando perdemos el tiempo o no lo valoramos de forma adecuada, reflexionar durante unos instantes sobre la muerte puede ayudarnos a comprender un mensaje vital. El mensaje de la gratitud.
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