La edad es una circunstancia que conviene no minimizar al analizar nuestra historia. Por ejemplo, una persona de más de 60 años sabe que tiene más pasado que futuro. Sin embargo, si el coaching como despertar de la conciencia es importante en cualquier etapa de la vida, todavía puede ser más determinante en este punto cuando algunas personas se estancan en mensajes que dan una imagen de capítulo cerrado.
Mensajes de este tipo; «yo ya tengo mi vida hecha» o «no voy a cambiar en esta edad». Vivimos además en una sociedad marcada por los edadismos, es decir, situaciones de discriminación por edad a partir de estereotipos negativos asociados a los años.
Sin embargo, solo tienes que observar detenidamente a tu alrededor para comprobar el potencial de felicidad que ofrece la vida más allá de los 70. Muchos mayores vuelven a estudiar a la universidad, otros cuidan de sus nietos siendo un pilar esencial de la conciliación familiar, muchos viajan y descubren lugares que no tuvieron la oportunidad de conocer en etapas previas, mientras que otros muchos son voluntarios activos en organizaciones sociales.
Otros mayores son referentes sociales, por ejemplo, Leopoldo Abadía, autor del libro «Abuelos al borde de un ataque de nietos». Lo verdaderamente determinante no es la edad, sino la vida. ¿Cuáles son los beneficios que el coaching puede producir a personas de más de 60 años?
1. Toma de conciencia de la situación presente
Es poco constructivo que una persona de esta edad se estanque en la añoranza de capítulos previos. Añorando su forma física de la juventud o cualquier circunstancia previa. El coaching aumenta el empoderamiento personal de quien comprende su mapa vital presente y lo asimila como una oportunidad para seguir creciendo y viviendo.
2. Adaptación al cambio
Esta etapa de la vida también puede estar condicionada por muchos cambios personales. Por ejemplo, pérdida de amigos, inicio de la jubilación, síndrome del nido vacío, algún problema de salud, cambios familiares… El coaching es una herramienta que facilita esta evolución, siempre desde una perspectiva positiva.
Los mayores son un claro ejemplo de cómo necesitan adaptarse al cambio. A pesar de formar parte de otra generación, han asimilado las novedades tecnológicas y las han integrado en su vida.
3. Conquista de la libertad
A veces, creemos que por el hecho de haber cumplido determinada edad una persona ya ha llegado a la cima en la conquista de su bien más preciado: la libertad. Sin embargo, esto no ocurre siempre. Y el coaching puede ser la clave para que el cliente descubra, de verdad, qué quiere hacer en este momento por sí mismo.
La edad también puede fomentar los apegos y los miedos. Por esta razón, un proceso de autodescubrimiento personal es la fórmula para liberar esos límites.
4. Personalizar la vida
Existen muchos estereotipos asociados a la edad, sin embargo, tú personalizas tu propia vida. Tú muestras el poder de tu propia historia. Y por medio del coaching puedes ganar fortaleza y convicción para tomar decisiones. La medicina ha marcado un notable aumento en la esperanza de vida.
A este respecto, el coaching es una herramienta que puede mejorar la calidad de vida emocional en la experiencia de vivir el propio tiempo presente. Puede ocurrir que una persona haya llegado hasta la última etapa de su vida con la sensación de un sueño pendiente. Y quiere darse la oportunidad de hacerlo realidad ahora.
La posición de estar en la recta final de la vida también ofrece una visión específica para cerrar capítulos previos.
5. Autoconocimiento
El viaje del autoconocimiento no termina nunca. El coaching ofrece a los mayores la oportunidad de continuar con ese viaje de introspección que puede aportar tanta paz y tanta serenidad en la madurez de una vida que se conoce mejor en su esencia a partir de la experiencia.
Y esta combinación de experiencia de años vividos y acompañamiento de un proceso de coaching puede dar como resultado un bien que no es exclusivo de la juventud: la alegría. Porque la alegría es más concreta y más próxima que la felicidad como bien expresan Álex Rovira y Francesc Miralles en el libro que lleva por título este sentimiento: «Alegría».
El coaching aporta autoestima, motivación, esperanza y superación en la madurez de la vida. Donde las personas deben ser tan protagonistas de su historia como durante la adolescencia.
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Excelente artículo. En Noviembre del 2016, me certifiqué como Coach Ontológico y lo he aplicado en el campo laboral, pero tengo un padre de 85 años que en 2000, dejó de laborar formalmente por «su edad» y no hubo quien lo apoye en esta etapa nueva de su vida, para descubrir nuevos sueños, nuevas metas o llevar a cabo pendientes. Con el tiempo, se le desarrolló demencia senil. Creo que me gustaría aportar en este grupo de adultos mayores y ayudarlos.
Muy buen articulo, muy recomendable! Saludos.
Me ha encantado este artículo, creo que es un campo de trabajo muy necesario.