La autoestima es más determinante incluso que un buen currículum. A través del amor propio y la confianza en ti mismo, tomas conciencia de que tú eres tu principal valor de marca personal.
En ocasiones ocurre, que el punto débil de un profesional es su autoestima. ¿Cómo mejorar la confianza en ti mismo si eres coach?
1. El cine como punto de inspiración puede darte buenas ideas respecto de lo que significa luchar por un sueño y perseverar.
Actualmente, puedes disfrutar en cartelera de dos películas claramente vocacionales. «La La Land: La ciudad de las estrellas» protagonizada por Ryan Gosling y Emma Stone. Esta película pone en valor la vocación artística, en concreto, dentro del plano del cine y la música con el ejemplo de sus protagonistas. Mía, una joven actriz que persevera más allá de la negativa de cada casting y Sebastian, un músico de jazz con un concepto clásico del género.
Pero también puedes ir al cine para pasar un buen rato viendo una excelente propuesta: «Figuras Ocultas«, con la que podrás viajar en el tiempo para conocer la historia de tres grandes científicas afroamericanas que brillaron por su trabajo en la NASA. Ambas películas aportan luz porque reflejan cómo la vocación es clave para perseverar en tu camino.
2. Si crees que tener un título es lo más importante para trabajar, entonces, cambia la mentalidad. Actualmente, lo verdaderamente definitivo es la actitud de la formación continua para seguir aprendiendo y avanzando en la dirección deseada.
3. Pon en práctica el Método Kaizen. ¿En qué consiste esta técnica sencilla? En dedicar un minuto diario a ese objetivo que quieres alcanzar. Este método nos ayuda a comprender cómo una cantidad de tiempo en apariencia, tan mínima como un minuto, te permite obtener buenos resultados. Cada día, a la misma hora, realiza una acción concreta. Fomenta un hábito. Y abrirás nuevas puertas.
4. Cambia el concepto de competencia por el de colaboración continua. El talento de un coach crece cuando se rodea de personas que inspiran el valor del trabajo bien hecho. Por tanto, intenta crear alianzas a través del networking. En muchos casos, el networking supone dar el salto hacia aquello que está fuera de la zona de confort, para tomar la iniciativa del contacto, en lugar de quedar en la pasividad de recibir.
5. Practica el turismo cultural. Es decir, visita destinos poniendo el punto de atención principal en la cultura de esa localización a través del arte y la arquitectura. Los viajes, a diferencia del consumo de una compra material, dejan en ti un aprendizaje. Pero además, te aportan la ilusión previa de la planificación y el sabor dulce del recuerdo.
6. Cuídate, este es el consejo más importante. No te olvides de ti, de poner en práctica tus aficiones y de descubrir otras nuevas: visitar el plantario, realizar una colección de libros de filosofía, aprender a tocar un instrumento, asistir a un curso de cocina, montar en bicicleta… Estas son solo algunas ideas. Recuerda, sencillamente, que el mundo no empieza y termina en el coaching, sino que hay un amplio abanico de posibilidades que puedes explorar como un complemento de tu propia vocación profesional.
7. En algunas profesiones, poner corazón en aquello que haces parece resultar utópico. Sin embargo, el coaching es un referente que puede inspirar a otros sectores porque es un ejemplo de cómo los resultados son mejores cuando mente y corazón están en movimiento.
8. Busca el modo de afrontar nuevos retos asociados a tu profesión. Por ejemplo, impartir una conferencia, publicar tu propio blog, impartir un taller, escribir un libro, publicar un podcast, colaborar en un programa de radio…
9. Cuando las cosas no funcionan como tú habías deseado, date el permiso de sentir frustración, tristeza o rabia si estos sentimientos brotan de tu interior. Pero no confundas los resultados externos con tu valor interior. Eres una persona valiosa porque además, no existe el fracaso sino un resultado que no era el programado.
10. Existen muchos coaches ofreciendo sus servicios. Pero no hay nadie como tú. Tú tienes tu propia personalidad y tu forma de hacer las cosas. Puedes dejar tu esencia en tus acciones. Además, también puedes modelar las acciones de aquellos compañeros a los que admiras por cualidades específicas. A su vez, intenta ser un ejemplo para otros. El mundo es mejor a partir de esa interacción de dar y recibir.
Los coaches no somos máquinas. Podemos sentirnos diferentes a partir del momento vital, las circunstancias presentes y un montón de factores. Sin embargo, no confundas tu identidad con tus sentimientos del momento, especialmente, si son sentimientos desagradables.
Gracias por compartir. Leerlo tras asistir a expocoaching me hacia falta…
Muchos coach y ¿Los coachees/clientes?