La atención personal, en ocasiones, se dirige hacia la queja, la insatisfacción, las carencias… Sin embargo, los regalos vitales tienden a ser muy significativos en el día a día, pero pasan desapercibidos cuando quedan eclipsados por otros factores externos o internos. La práctica de la gratitud puede convertirse en un ejercicio de reflexión y autoconocimiento que marca un punto de inflexión en la existencia. Es una práctica que educa y transforma la mirada.

No esperes a tener absolutamente todo aquello que crees que mereces o necesitas para ser feliz. No condiciones tu alegría, tus ilusiones o tu satisfacción a ese escenario porque es poco probable que se materialice en la forma en la que lo visualizas en este instante. La práctica de la gratitud es una invitación para vivir, actuar, decidir y sentir ahora. Tal vez ahora tengas algunos de los regalos y bienes que anhelaste en el pasado. Por ejemplo, puedes poner en valor algunos de los objetivos alcanzados tras un largo proceso de superación e implicación. Cuando sientes una gratitud profunda trasciendes más allá de tu realidad interna porque ese sentimiento te conecta con el entorno.

La práctica de la gratitud alimenta la conexión con el presente

La práctica de la gratitud tiene un sentido profundo más allá de los periodos de prosperidad. De hecho, también marca una diferencia significativa en momentos complejos porque aporta luz, sentido, resiliencia, esperanza y bondad. Los motivos de gratitud no tapan u ocultan otros factores menos amables. Sin embargo, la lectura de la realidad sí parte desde otra perspectiva cuando el corazón conecta con el amor, la amabilidad y la bondad.

La práctica de la gratitud, en ocasiones, encuentra un agradable refugio en la escritura. Los frutos de un diario de gratitud se perciben a largo plazo por medio de la constancia en el proceso. A veces, no existe la continuidad deseada en la escritura y el proyecto se abandona de forma temprana tras haber anotado las primeras ideas. La escritura de un diario es libre, flexible y personal. Es decir, no existe una única manera de llevar a cabo un proceso que es único y creativo. Sin embargo, si te implicas en el proceso, no solo puedes disfrutar de la escritura, sino también de la lectura posterior de aquellas ideas que te ayudan a viajar en el tiempo. La práctica de la gratitud es un ejercicio que tiene sentido en sí mismo. Y, además, es un camino que se desarrolla en el tiempo para alcanzar una vida más consciente.

No necesitas tener las condiciones ideales, sino poner en valor aquello que te acompaña

Y, desde esa mirada más consciente, podemos descubrir lecciones muy valiosas desde el punto de vista humano. Por ejemplo, tal vez en algún momento lleguemos a echar de menos algo que ahora tenemos a pesar de que no demos a ese bien el valor que realmente merece. Tal vez en alguna ocasión has sentido que nada de lo que tenías era realmente tan importante como aquello que te faltaba para tener las condiciones ideales desde tu punto de vista. No es necesario tener una existencia perfecta o las circunstancias ideales para sentir un verdadero sentimiento de gratitud cuando abrazas realmente el presente y cuando eres consciente de que, incluso en momentos de soledad, te tienes a ti mismo.

Y tienes la capacidad de adquirir nuevos recursos y fortalezas. La gratitud también puede ser un impulso para la acción. Puede ayudarnos a dejar de postergar decisiones, pasos y acciones que, incluso cuando no se materializan de forma objetiva, ocupan un espacio en el interior al entrar a formar parte de los asuntos pendientes.

A veces, el sentimiento de gratitud fluye de una forma natural e inmediata. Se siente y se manifiesta con intensidad en numerosas circunstancias. Sin embargo, también puede pasar desapercibido en el ritmo diario. En Crearte Coaching nos preparamos para emprender un mes de marzo muy especial con la celebración de la Semana de la PNL. Te invitamos a acompañarnos desde el 4 hasta el 10 de marzo en el blog, redes sociales y talleres. Avanzamos paso a paso hacia la primavera: una estación que es una auténtica metáfora del crecimiento, la transformación y las nuevas oportunidades. Y te invitamos a prepararte para estrenar la nueva etapa desde una perspectiva consciente con reflexiones, recursos de aprendizaje y sorpresas.

Transforma tu vida y enriquece tu presente a través de la gratitud que es una fuente de luz que tiene el poder de iluminar la existencia incluso en los escenarios más inciertos.

 

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