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Hace unos días, Beatriz García Ricondo, socia directora de la escuela, compartió su historia en el post titulado La Mujer detrás de Crearte. Su reflexión, inspirada en su propia biografía, es un ejemplo de la importancia que tiene encontrar un propósito de vida. El testimonio de quienes han conectado con su misión, transmite paz y serenidad. A su vez, es una fuente de inspiración para quienes están inmersos en un viaje de autodescubrimiento. Y, sin embargo, pese al impacto positivo que la realización de una misión tiene en la propia existencia, surgen numerosas excusas que nos alejan del horizonte deseado. Con motivo de esta cuestión, hoy enumeramos algunos de esos obstáculos que nos hacen permanecer en un escenario vital que se distancia del objetivo final. Presentamos siete excusas que te alejan de tu propósito de vida.

1. No sé por dónde empezar

En ocasiones, el inicio del viaje parece complejo. Es posible que la persona sepa que su presente no le hace verdaderamente feliz. A pesar de ello, siente que su búsqueda está condicionada por el peso de las dudas. De este modo, esta excusa se materializa en un hecho habitual: ese primer paso se pospone de manera indefinida. Con frecuencia, el punto de inflexión está impulsado por la decisión de comenzar un proceso de coaching (pero existen otras muchas acciones significativas que alimentan el autoconocimiento).

2. Las circunstancias externas no me acompañan

Las decisiones personales siempre se enmarcan en un contexto. Eso quiere decir que la biografía de un ser humano no es ajena a las variables externas y a las circunstancias. Sin embargo, existe una creencia limitante que no describe la realidad tal y como es. La búsqueda de un propósito de vida no está determinada por factores externos que son cambiantes. No hay que ignorar los obstáculos y limitaciones. Pero conviene recordar que también existen oportunidades y soluciones.

3. ¿Para qué intentarlo?

Este tipo de excusa nos lleva a querer encontrar una certeza incluso antes de recorrer un proceso. Conviene recordar que la búsqueda de un propósito de vida es un fin en sí mismo. Es decir, es un objetivo que tiene un sentido valioso en cualquier circunstancia. La pregunta mencionada en el número tres suele tener el tono del desánimo y el conformismo. En ocasiones, está acompañada por el recuerdo de experiencias previas que no dieron el fruto deseado.

4. Tengo miedo al cambio

El descubrimiento de un propósito de vida transforma la existencia de forma plena. Sin embargo, es un hallazgo que ilumina el presente y el futuro. En ocasiones, puede propiciar una transformación significativa en el proyecto de vida que requiere de nuevas decisiones. Pues bien, puede surgir el miedo al cambio desde algún punto de vista. A veces, el límite se presenta en la forma de un temor al qué dirán o el vértigo ante el fracaso.

5. No tengo tiempo ni espacio para ocuparme de eso

Con frecuencia, es una excusa que esconde una parte de verdad. Un estilo de vida que gira en torno a una rutina repleta de ocupaciones parece no dejar el espacio necesario para el autoconocimiento. Así ocurre cuando todo parece más urgente e inmediato. Y, también, cuando la dinámica de los días parece seguir un ritmo perfectamente previsible. Pues bien, el tiempo se busca y se encuentra por medio de una planificación consciente, aunque sea en pequeñas dosis.

6. Excusa que te aleja de tu propósito de vida: es muy difícil

Recuerda que eso no quiere decir que sea imposible. La dificultad aumenta cuando una persona se repite a sí misma este mensaje como si fuese un disco rayado. Es una creencia limitante que no alimenta el comportamiento proactivo. Al contrario, refuerza el rol de espectador ante los sueños y anhelos personales. Generalmente, el camino parece más difícil cuando todavía no ha comenzado. La visión del mismo muestra nuevos matices conforme avanza el proceso. En ese caso, descubres el paisaje desde otra mirada y conectas con tu propio potencial.

7. Tengo que

Si lo deseas, y te sientes identificado con este mensaje, puedes continuarlo para darle forma y visualizarlo sobre el papel. El propósito de vida conecta con el verbo “quiero”. Es decir, muestra un alto nivel de compromiso, libertad y responsabilidad con el objetivo final. El mensaje “tengo que” es especialmente significativo cuando se repite de forma abundante en diferentes ámbitos y no está alineado con una intención consciente.

Nuevamente, el verano llega a tu vida para plantearte nuevas preguntas e invitarte a encontrar respuestas esenciales. Este periodo del año puede vivirse como un tiempo de preparación para comenzar una etapa. A veces, las vacaciones se afrontan como si fuesen eternas. Sin embargo, tienen una fecha final que supone el reencuentro con la rutina. ¿Y qué ocurre cuando la rutina habitual se distancia del estado deseado? La persona siente que se encuentra muy lejos de su propósito de vida.

En Crearte Coaching hemos presentado siete excusas que te alejan de tu propósito de vida. Pero te invitamos a profundizar en aquellos mensajes limitantes que están más arraigados en tu diálogo interno. Identificarlos puede ser el primer paso para alimentar otras ideas potenciadoras que están alineadas con una misión significativa.

 

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