Si alguna vez has visto una mariposa, sabes que no te ha dejado indiferente. Te transmite algo, impacta de una manera positiva y especial, su vuelo, sus colores, su libertad, su calma y su individualidad.

Un ser aparentemente frágil, pero con un esplendor enorme, lleno de vida. Un ser único que se introduce en la vida de una manera tan natural que parece que el resto del mundo no importa.

Te paras, la miras, la observas y el tiempo se detiene mientras ves todas sus cualidades.

  • ¿Y la mariposa que hace para transmitirte eso?

Nada, salvo fluir con la vida, ser ella misma, auténtica, desplegar todo su esplendor y potencial.

  • ¿Siempre ha sido así? No
  • ¿Cómo ha llegado a ser así?

Has de saber que la mariposa en su origen es todo lo contrario. Nace de un huevo del que sale en forma de oruga y tras alcanzar su máximo desarrollo alimentándose, se convierte en crisálida, protegida del mundo por un capullo de seda. No le afecta el ruido exterior y parece que no ocurre nada en su interior, pero grandes cambios están teniendo lugar gracias a la energía que ha ido acumulando en su propio desarrollo, para convertirse en mariposa. Es lo natural, lo que ha de ocurrir.

  • ¿Y tú?

Al igual que la mariposa sufre una “metamorfosis” para pasar de lo que es a lo que llega a ser, tú también puedes transformarte para ser quien realmente eres, quieres y puedes llegar a ser.

Esta transformación es un camino de descubrimiento, esfuerzo, sorpresas, reflexión, decisiones, acción, cambio y crecimiento. Incluso puede ocurrir que te descubras por el camino y te plantees nuevas opciones para ir y ser.

Y digo quieres, porque cuando empieza el camino te das cuenta de tus recursos, fortalezas, áreas de mejora, las opciones, lo que te gusta, las posibilidades y de que puedes ser responsable de tu vida, eligiendo y tomando decisiones. Un proceso, por cierto, muy común en muchas especies de seres vivos, como has podido comprobar.

  • ¿Por dónde empieza ese proceso?
  • ¿Cómo te das cuenta de que lo quieres?
  • ¿Qué despierta en ti esa necesidad de transformarte?

Para ser mariposa has de cuidarte, activar en ti el autocuidado.

En la vida tenemos multitud de experiencias. Algunas nos hacen disfrutar y otras no; con unas nos sentimos bien y con otras no; unas las recordamos con alegría y otras no; conocemos a personas que nos aportan y a otras que nos desgastan.

  • ¿Para qué te sirven esas experiencias que no te gustan?
  • ¿De qué te hacen darte cuenta?
  • ¿Hacia dónde te llevan?

Esas experiencias despiertan en ti la necesidad de autocuidado.

  • ¿Qué significa auto cuidado?

El autocuidado es cuidar de ti, así de simple.

  • ¿Qué has hecho por los demás muchas veces?
  • ¿Para qué has hecho eso?

Autocuidado significa verte, hablarte, darte tiempo, conocerte, gustarte, cambiar y desarrollarte, mimarte, descansar, darte caprichos, arriesgar y tener metas, decir “no”, dirigir tu vida, tomar decisiones y descubrir.

  • ¿Por dónde empieza el autocuidado?

Por la amabilidad. Se amable contigo, no te critiques, no juicios, no te exijas más de la cuenta. La amabilidad te trae amor.

Por la compasión hacia uno mismo. Deja de evaluarte, etiquetarte, compararte y buscar la perfección. Acéptate con generosidad, siente tu humanidad y piensa que todo está bien ahora. La compasión te trae paz

Por la paciencia con uno mismo. Deja de exigirte, llenarte de obligaciones, intentar llegar a todo, que el logro es inmediato, ir deprisa siempre, avanzar sin sentido, pensar que no puedes. La paciencia te trae calma.

Por el disfrute de ti. Siéntete bien contigo, háblate bien, disfruta de ti, de tus cualidades, tus éxitos, tus valores, tus fortalezas, se natural y auténtico, mímate, haz cosas que te sienten bien. El disfrute te trae alegría.

  • ¿Te es fácil hacer todo esto con amigos?
  • ¿Qué beneficios obtendrías si lo haces contigo?
  • ¿Para qué lo harías?
  • ¿Tienes claro que eres único, qué hay nadie igual que tú?

Enfocarte en lo importante, en eso que te aporta, que te ayuda a conectar contigo, a mejorar, a crecer, a sentirte bien. Empieza por ti, de dentro hacia afuera.

Las interferencias internas son esos pensamientos, creencias y emociones que te bloquean. Todo eso nos lleva a unas conductas y hábitos de los que muchas veces no somos conscientes.

Las interferencias externas son los pensamientos, creencias, emociones y hábitos de los demás. Eso externo lo interiorizas con dos palabras: “debo” y “tengo”. Obligaciones de los otros y para con los otros.

  • ¿Cómo dejas el ruido interno y el ruido externo para cuidarte y transformarte?

Con el autocuidado.

  • ¿Cómo lo activas?

A través del coaching: que es silencio, preguntar, calma, reflexión, responder, claridad, metas y acción. En el coaching alguien te escucha, pero sin juicios, sin opinar, sin interrumpir, sin pensar que va a decir. No hay prisa porque estás tú. Es tu momento.

En el coaching te marcas un objetivo y avanzas hacia él. Hay cambio y transformación basados en tu autodescubrimiento, tus objetivos y el desarrollo de tus recursos.

De hecho, todo lo que has leído y las preguntas que has respondido te habrán hecho reflexionar, contestarte y ver algo nuevo. Ya no eres lo que eras antes de leer esto. Te has expandido y seguramente estás pensando en “hacer” algo. El coaching es acción, cambio y transformación.

Y empieza con el autocuidado.

  • ¿Sabías que, respecto de la personalidad, la mariposa representa a alguien sociable e influyente?

Es esa persona con facilidad para interactuar con los demás, sociable, amigable, encantadora, comunicativa, sonriente, optimista y que persuade a través de su encanto, que lo transmite de manera natural.

Suelen ser buenos lideres, con capacidad para motivar a los demás, para encontrar en ellos sus fortalezas y potencial, que ya tienen en sí mismos.

Y todo tiene su inicio en el autocuidado, que te transforma y te convierte en tu mejor versión.

El coaching activa y te acompaña en tu autocuidado, transformando a personas en mariposas desde la conciencia, el autoconocimiento, los objetivos y la acción. Autocuidado y coaching te lleva a tu excelencia.

“El mejor legado que puedes dejar es ser tu mejor versión y ayudar a otros a serlo”.

 

 

Eduardo López-Parra Martínez, alumno del Curso Experto en Coaching de Crearte.

Curioso, lector, deportista y conversador. La vida es un camino de experiencias y todas son útiles.

“Solo puedes ser excelente cuando sabes quién eres, que tienes y a dónde puedes llegar”.

 

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