Has llegado hasta aquí. Pues bien te mereces un premio ¿un premio? ¿te preguntas porqué? pues pregúntate ¿y por qué no?
Has reflexionado sobre lo que quieres lograr en tu vida, sobre tus sueños, tus objetivos (y si aún no lo has hecho éste es el momento ¡hazlo ahora!), lo has puesto por escrito ¿si o si?, te has parado a pensar de dónde partes, dónde estás, qué necesitas para lograr lo que deseas. Ya puedes trazar la ruta para ir desde donde estás hasta donde quieres llegar. Y esto qué significa, pues que ha llegado el momento de actuar ¡éste es tu premio!
Sin acción, no hay cambio, y sin cambio no hay coaching. Puedes atesorar miles de conocimientos, hacer cursos, leer libros, ver vídeos, pero si no pones en práctica lo aprendido, todo seguirá siendo igual.
De modo que vamos a comenzar. Toma papel y bolígrafo, concédete 10 minutos ¿qué son 10 minutos en toda una vida? Y haz un lista de opciones, de alternativas, de rutas diferentes por las que realizar tu camino.
Las alternativas que tengo para llegar desde donde estoy hasta donde quiero llegar son (aprovecha para poner todo lo que se te ocurra):
1
2
3
…….
¿Las tienes? Ahora te toca elegir ¿Con qué criterio? pues con el tuyo, para eso es tu lista de alternativas. Toma aquella de las opciones que quieras poner en marcha ya, esa que te va a permitir llegar a tu meta o estar más cerca de conseguirlo. ¿La tienes? pues responde a las siguientes preguntas:
¿Qué vas a hacer exactamente?
¿En qué medida responde a tu objetivo?
¿Qué beneficio obtienes al hacerlo?
¿Qué vas a hacer para convertir esta idea en acción?
¿Cuándo vas a empezar y a terminar?
¿Qué dificultades puedes encontrar?
¿Qué vas a hacer para eliminarlas?
¿Qué apoyo necesitas? ¿Cómo y cuándo lo vas a conseguir?
¿Qué pregunta te harías ahora?
Enhorabuena, éste es tu premio. Y recuerda la diferencia entre los que llegan y los que no, solo está en comenzar a andar…