Cada persona destaca por características o factores que, en muchos casos, iluminan el mundo y la vida de los demás. La gratitud es una forma de sabiduría, una expresión de generosidad, una filosofía de vida y una gran virtud. Es probable que puedas identificar y reconocer el ejemplo de alguien de tu entorno profesional o personal que parece vivir en un estado de permanente gratitud. Llegar a lograr ese nivel de agradecimiento interior no es fácil. Pero la dificultad no es un límite o una excusa en el coaching o el desarrollo personal. Inteligencia emocional: ¿Dónde reside la clave de la gratitud?

1. Gratitud: cuando la mirada y el foco de atención cambian la interpretación de la realidad

A partir de una misma realidad o circunstancia, podemos hacer lecturas totalmente distintas. Algunas de ellas, reflejan perspectivas completamente opuestas. Pues bien, la forma de observar, el significado de los matices y el punto en el que se concentra el foco de atención pueden cambiar la interpretación de la realidad. De este modo, incluso cuando un escenario presenta factores de todo tipo y noticias negativas, es probable que podamos encontrar diversos motivos para alimentar la luz de la gratitud.

2. Es un aprendizaje personal

Quizá no exista una única clave de la gratitud. Sin embargo, el aprendizaje personal es el verdadero motor de dicha transformación vital y emocional. Es decir, ahí reside una de las claves de la resiliencia. Y es que, mediante la gratitud podemos afrontar con una perspectiva distinta las circunstancias y situaciones difíciles. Si la gratitud queda condicionada a las sorpresas agradables, los instantes felices o las circunstancias favorables, damos un peso notable a lo exterior (y minimizamos nuestra propia capacidad de transformación). La gratitud es un aprendizaje personal y existen muchos testimonios de vida que remiten a esta perspectiva. Inteligencia emocional: ¿Dónde reside la clave de la gratitud? ¡Sigue leyendo para profundizar en su valor!

3. Dónde reside la clave de la gratitud: dar valor a lo importante

Si nos fijamos principalmente en lo que nos falta o no gustaría tener, conectamos con el vacío y la carencia. Si valoramos lo importante, podemos experimentar una sensación de abundancia. Aunque lo esencial se da por supuesto en tantas ocasiones, podemos echarlo de menos en cualquier momento. En la mayoría de las ocasiones, cultivar la gratitud parece más difícil de lo que realmente es. De hecho, la elaboración de un diario, orientado hacia la práctica del agradecimiento, pone de manifiesto que los ejemplos más sencillos pueden convertirse en una razón para dar las gracias.  Dar valor a lo importante enlaza, a su vez, con otros aprendizajes. Para no interferir en la experiencia de la gratitud, es aconsejable gestionar y moderar las expectativas. También es fundamental aceptar la realidad (sin que la aceptación de los aspectos que no nos gustan deba confundirse con la resignación).

4. Crece y es más profunda cuando se practica

El secreto de la gratitud reside en su capacidad de expansión y crecimiento. Es como una semilla que produce abundancia en forma de tranquilidad emocional, vínculos positivos, conexión con el presente, optimismo… En definitiva, su fuerza muestra la luz que se desprende de cada acto o cada decisión que se alinea con la elección de la gratitud como filosofía de vida. Y la transformación que produce una vida guiada por la inspiración de la gratitud alcanza su máxima expresión a largo plazo. Es decir, los frutos de esta mentalidad se fortalecen con el tiempo. Inteligencia emocional: ¿Dónde reside la clave de la gratitud? ¡Descubre el último apartado!

5. Inteligencia emocional, clave para cultivar la gratitud

La gratitud sincera transforma la visión de la realidad, fortalece las relaciones, aporta humildad, genera esperanza… Por ello, la inteligencia emocional como medio para desarrollar habilidades para expresar y practicar la gratitud, puede marcar la diferencia en uno mismo.

Inteligencia emocional: ¿Dónde reside la clave de la gratitud profunda? Sin duda, no existe una única reflexión en torno a un sentimiento que, cuando se contempla desde una mirada integral, muestra matices diferentes. Actualmente, la practica de la atención plena también ofrece un camino y un proceso vivencial para conectar con la belleza. Sin embargo, es importante no idealizar esta perspectiva, especialmente, en aquellos días en los que nos cuesta observar lo positivo. Ante la llegada de la Navidad, en la recta final de año e inspirados por la celebración del Día de Acción de Gracias, compartimos este nuevo artículo. ¡Y te invitamos a descubrir el apartado de formación especializada en inteligencia emocional en nuestro catálogo!

 

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