El cumplimiento de los distintos objetivos que te planteas a lo largo del año refleja el seguimiento de pasos y acciones que conectan con una finalidad clara. En el marco de un proceso de coaching, que se orienta hacia un objetivo bien definido, existe un ingrediente diferencial: el mantenimiento del foco durante y después de cada sesión (y a lo largo de ese camino que conecta con un horizonte valioso). ¿Pero cómo mantener la atención en lo importante en un tiempo de cambio, oportunidades, incertidumbre y nuevas tendencias?
1. Mejora tu gestión del tiempo
¿Cuánto tiempo tardas en haces aquellas tareas y acciones que inciden directamente en el cumplimiento del objetivo que te has marcado? ¿Qué podrías hacer para optimizar de forma más eficiente el tiempo disponible cada día? ¿Cuál es ese momento en el que te sientes más conectado con tu energía, tu concentración y tu creatividad? ¿Qué distracciones y ladrones de tiempo interfieren en tu agenda en ese horario en el que tú eres más productivo?
Nos relacionamos de manera permanente con el tiempo, sin embargo, hay múltiples aspectos que podemos mejorar cuando tenemos una visión más nítida de nuestras necesidades, de la forma en la que gestionamos el calendario y de los cambios que podemos implementar. Visualiza cómo sería un día de tu jornada en el que todo fluye desde el contacto recurrente con lo esencial. En ese caso, al final del día, podrás notar los resultados alcanzados en forma de productividad, bienestar y satisfacción personal. Cuando no estás verdaderamente alineado con el foco, es probable que llegues al final del día con la sensación de que no has hecho lo suficiente.
2. Haz un seguimiento de tu estrategia y del objetivo
Definir de forma medible, concreta, realista y precisa un objetivo es un paso muy importante. Sin embargo, el camino no termina en ese punto, sino que debes hacer un buen seguimiento para poner en perspectiva la evolución, los logros, los posibles retrocesos, los errores, los aciertos, las cuestiones a mejorar… ¿Qué criterios vas a tener en cuenta como referencia para medir el seguimiento de tu objetivo? Es recomendable que el análisis no quede condicionado por valoraciones subjetivas, sino que conviene que esté respaldado por variables más objetivas.
3. Cuidado con las excusas: actúa desde la búsqueda de soluciones
Las excusas que te impiden mantener el foco pueden ser de lo más variadas. No te distraigas con ese tipo de pretexto, sino que actúa desde una perspectiva práctica al poner el acento en la acción y las soluciones. ¿Cuáles son esas excusas que sueles repetirte con frecuencia en tu día a día? ¿Cómo interfieren en el cumplimiento de tus objetivos profesionales o personales? ¿Cómo vas a solucionar ese bloqueo en el que pareces quedar atrapado cuando las excusas te desbordan y te sientes arrastrado por la inercia de la costumbre?
4. Autocuidado diario: físico y emocional
Mantener el foco para conseguir un objetivo no implica estar permanentemente en el plano de la actividad, la productividad y la acción. Necesitas cuidar de ti mismo de manera integral en el día a día a través de rutinas y hábitos que te ayudan a reconectar contigo. Es decir, el descanso, el ocio, la conexión con los demás o la cultura como alimento emocional, así como aquello que te gusta y te hace sentir bien, te nutren a nivel interno. Cuando tienes un descanso de calidad, el foco se mantiene con más claridad. ¿En qué dirección necesitas reforzar tu cuidado personal en la actualidad?
5. Hábitos digitales
Revisa tu rutina para analizar aquellos gestos que realizas cada día en relación con la tecnología y puedes hacer de forma más eficiente. ¿Cuánto tiempo inviertes cada día en la gestión de tu correo electrónico? ¿Ese tiempo tiene un verdadero valor o es una carga? ¿Revisas con frecuencia la bandeja de entrada o las novedades en tu teléfono para contestar cuanto antes? Analiza cómo influyen los hábitos adquiridos en relación con el uso de la tecnología en tu gestión del tiempo y en tu nivel de atención hacia tus objetivos.
Finalmente, es esencial que en tu día a día recuerdes que existe una diferencia notable entre las tareas urgentes y aquellas que son importantes. Pero no olvides tampoco que algo importante puede llegar a convertirse en urgente si no te ajustas al plazo previsto para realizar un trámite determinado. Sin duda, el conocimiento realista de uno mismo también está vinculado con la gestión del tiempo y el mantenimiento del foco de atención puesto que te ayuda a profundizar en costumbres, rutinas, hábitos, gestos, carencias, fortalezas, áreas de mejora… En Crearte puedes impulsar tu formación para seguir evolucionando cada día a nivel personal y profesional a través de cursos, formación especializada y contenidos de valor en el blog, el canal de YouTube y nuestras redes sociales. ¿Dónde quieres poner el foco de atención hoy y durante la semana?