Los rituales nos han marcado desde siempre. Nacimiento, mayoría de edad, matrimonio, jubilación, muerte, cosecha, aniversarios, etc. Es habitual que las transiciones vengan acompañadas de rituales que marcan un antes y un después. Que nos ayudan a cerrar para abrirnos a lo nuevo.

El origen de la Nochevieja

Como curiosa que soy, me gusta indagar el origen de los rituales. Y parece que la celebración de la Nochevieja se remonta al Imperio Romano. En Roma se dedicaba el mes de enero al dios Janus representado con dos rostros. Uno viejo y uno joven. El primero mira al año que finaliza y el segundo al que comienza. Familiares y amigos se juntaban y comían higos y dátiles con miel, para dar una dulce bienvenida al nuevo año.

La tradición de las doce uvas en España tiene un origen más reciente. Parece que ya en el siglo XIX, la burguesía tomaba uvas y brindaba con champagne por el nuevo año. Si bien, hasta 1909, por un excedente de cosecha de uva en Alicante, no se popularizó esta costumbre. Y cada uva que tomamos representa un mes del nuevo año que comienza.

El color del cristal con que miramos

Nuestro 2020 ha sido muy especial y probablemente lo recordaremos siempre, como sucede con lo que nos provoca un gran impacto emocional.

Si me lees habitualmente, ya te he hablado de la diferencia entre las experiencias de la vida y nuestra relación con ellas. De que una cosa es lo que pasa, y otra, como vives eso que pasa. Las mismas situaciones generan pensamientos, emociones y acciones diferentes, según como observamos las situaciones. Tu realidad es el resultado de los filtros con que miras el mundo.

Saber esto es esencial para tomar la vida con plenitud y alegría. Abrazar la vida toda entera, tal y como es. Con lo que te gusta y lo que no. Desear solo lo agradable y rechazar lo demás, es una ilusión infantil. La vida es todo: lo agradable y lo desagradable. Cuando niegas una parte, estás diciendo no a la vida. Y, sobre todo, te estás creando un gran sufrimiento. Pues por más que quieras que algo sea diferente, lo cierto es, que es como es.

¿Y cuál es la solución?

Este 31 de diciembre te invito a hacer balance. El año nos ha traído muchos desafíos. Ha habido momentos muy duros. Situaciones que has podido vivir como difíciles, dolorosas o injustas. Y seguro que también otras muchas que han llenado tu corazón. Momentos de esperanza, coraje, humanidad compartida. Todo ello forma parte de quién eres hoy, en este momento.

Abrirte a las experiencias con sabiduría y coraje, y sin perderte en ellas, es la mejor lección que la vida nos trae. Dejarte tocar por lo que es, te guste o no, a la vez que permaneces en ti, separando quien eres de lo que está sucediendo. Tomar perspectiva y ser consciente de que todo pasa. Tanto lo que te gusta como lo que no. Pues así es desde el principio de los tiempos. No es momento de dramatizar y tampoco de mirar hacia otro lado.

Tu ritual para esta Nochevieja: la balanza de aprendizajes

Quizá ahora más que nunca, deseamos que 2021 sea más dulce, más fácil. Ojalá que así sea. Entre tanto, cultivemos la esperanza sabia de esperar lo mejor mientras trabajamos con lo que tenemos. Por ello te invito a hacer esta reflexión que llamo “mi balanza de aprendizajes”.

Antes de finalizar el día 31, busca unos minutos para relajarte y revisar los acontecimientos que has vivido durante el año. Tanto los que has etiquetado como agradables como los desagradables. Divide una hoja en dos columnas, y coloca cada experiencia en cada lado. A un lado las agradables y a otro las desagradables. Puedes usar palabras, dibujos, formas, lo que desees.

Cuando lo tengas, observa ambas columnas. Su tamaño, longitud, el tipo de experiencias que has recogido. ¿Qué te dice? ¿de que te habla? ¿qué tiene esto que ver contigo?

Tras observarlo, te invito a responderte a estas preguntas:

  • ¿De qué manera te han ayudado a avanzar experiencias que has llamado agradables?
  • ¿Cómo te han ayudado a crecer las que has etiquetadas como desagradables? ¿qué has aprendido de ellas? ¿y de ti?
  • ¿Cómo ambas partes de esta balanza han contribuido a que seas la persona que ahora eres?
  • ¿Dónde deseas poner tu atención en este 2021?

Recuerda que donde pones tu atención, diriges tu energía. Por lo que te deseo una atención enfocada en todo eso que te ayude a seguir creciendo y que el 2021 te traiga lo que necesitas para conseguirlo. ¡Feliz Año Nuevo!

 

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