El trabajo de coach es muy exigente. Sin embargo, ten presente que no solo puedes enriquecer tu vida profesional durante las horas de trabajo, sino también, en tu tiempo libre. Existen actividades de ocio que pueden potenciar tu inteligencia emocional. En Crearte Coaching te damos ideas de ocio y tiempo libre.
1. Club de Lectura
La literatura tiene una profunda conexión con la vida. Estos talleres de lectura están formados por un grupo de personas que, guiadas por un coordinador, comentan un mismo libro, establecen un debate en torno a la trama, comentan anécdotas y observaciones sobre ese título. Un club de lectura es un ejemplo de cómo, leer un libro, no es una experiencia solitaria. También puede ser una vivencia compartida. Gracias al ejemplo de los protagonistas de la historia puedes observar comportamientos, actitudes, emociones, pensamientos y sentimientos.
Muchos Clubs de Lectura se organizan en coordinación con bibliotecas que facilitan el material de lectura a los integrantes del taller que se reúnen una vez al mes.
2. Teatro
El teatro es la gran escuela profesional de los actores puesto que, es en la emoción del directo cuando se crea una magia emocional especial. El teatro carece de los efectos especiales del cine. En un escenario con un decorado generalmente sencillo, los actores consiguen recrear una trama en la que el factor emocional tiene un gran protagonismo. Por esta razón, el teatro ofrece constantes lecciones a los coaches.
3. Meditación
Por medio de la meditación puedes fomentar la atención consciente, puedes desconectar tu discurso interior de pensamientos y ocupaciones para estar y sentir en contacto con el presente. La meditación contiene la llave de la autoestima puesto que por medio de técnicas específicas puedes recordar algo fundamental: tú eres tu motor. Tú eres la persona más importante de tu historia. En el día a día, puedes correr el riesgo de desconectar contigo mismo ante el efecto de la prisa. Sin embargo, la meditación te ayuda a recuperar esta conexión interna.
4. Practicar el voluntariado
El coach establece una relación de ayuda con el cliente. Sin embargo, como persona, este experto no solo puede ayudar a los demás en el ámbito profesional puesto que también puede colaborar de un modo desinteresado con alguna organización cuya labor admira. Este es uno de los puntos más importantes en una labor de voluntariado. El voluntariado eleva el salario emocional de aquellas personas que descubren que se sienten mejor cuando se sienten útiles.
5. Ver series de televisión
Los mejores planes pueden ser los más sencillos en la rutina cotidiana. Por ejemplo, ver un capítulo de tu serie preferida en la televisión puede ser una fórmula para poner un toque de color a lunes. El cine y las series de televisión te aportan constantes ejemplos e ideas de lecciones de superación que son tan importantes en el coaching.
6. Conversaciones con amigos
Las personas nos conocemos mejor a nosotras mismas en la medida en la que estamos en contacto con los demás. Por ejemplo, por medio de la conversación con amigos podemos poner ideas en común y ser nosotros mismos. Este es el punto más importante de la amistad: nutre nuestra alma. Por esta razón, nos sentimos mejor después de haber compartido un rato con personas que nos valoran de un modo incondicional. En este caso, lo más importante no es el plan en sí mismo sino la compañía.
7. Deporte y ejercicio físico
El nivel de concentración mental es tan importante en el coaching que es recomendable fomentar el ejercicio físico para poner en forma el cuerpo y la mente a partir de una actividad que te permite romper con el sedentarismo físico de permanecer la mayor parte del tiempo en la misma posición durante la jornada de trabajo. Existen muchos deportes distintos, elige uno que te guste para ser constante.
8. Excursiones, visitas culturales y viajes
Por medio de los viajes, puedes salir de la zona de confort en la que te mueves habitualmente. Descubres la arquitectura, los paisajes, la gastronomía y el arte de cada lugar. Por tanto, puedes ampliar tu mente. Cada viaje es diferente no solo por el itinerario, sino también, porque la perspectiva de la escapada es distinta cuando la compartes con pareja, amigos, familia o en soledad. Cada viaje es la experiencia de salir al encuentro de ti mismo.
Foto – Pexels
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