El verano es ese periodo en el que muchas personas realizan un viaje, una experiencia que puede contextualizarse en cualquier otra estación del calendario. Un viaje puede ser una metáfora de la propia búsqueda de la felicidad. Poniendo en relación esta escapada con un proceso de coaching podemos encontrar puntos en común que describimos a continuación en Crearte Coaching:
1. Autoconocimiento
Eso no significa que de un modo universal pueda concluirse que quien viaja o hace un proceso de coaching se conoce mejor a sí mismo ya que esta introspección depende de la propia disposición e implicación personal. Pero en muchos casos sucede que el protagonista de ambas vivencias descubre lecciones sobre sí mismo a partir del viaje interno que es inherente a ambos procesos.
2. Objetivo
Existen viajes que conectan con el lenguaje de la improvisación, sin embargo, también es posible encontrar otro punto en común entre un proceso de coaching y una escapada: la identificación de un objetivo que aporta un nuevo significado a la búsqueda personal que acompaña a ambas vivencias.
3. Flexibilidad
Incluso cuando una persona ha definido cuál es su plan de acción para lograr su meta en un proceso de coaching, puede darse la circunstancia de que realice cambios respecto al guión inicial. En la misma línea, pueden surgir tantos imprevistos durante un viaje que, más allá de la planificación inicial de la agenda, el viajero necesita poner la atención no en la expectativa sino en el presente para tomar decisiones alineadas con la realidad.
4. Cambio de perspectiva
Las circunstancias personales siguen siendo las mismas cuando alguien inicia un proceso de coaching o emprende un viaje a un destino, sin embargo, en ambos casos puede darse la circunstancia de que el protagonista tenga una nueva perspectiva de la realidad al tomar más distancia respecto de un asunto o al posicionarse de una manera proactiva ante el mapa del presente.
5. Significado
Algunos viajes pueden llegar a marcar un punto de inflexión en la vida de la persona. Un ejemplo de ello es el viaje descrito por Elizabeth Gilbert en la novela Come Reza Ama. Una historia que también fue llevada a la gran pantalla. Del mismo modo, un proceso de coaching puede aportar luz en la vida de aquella persona que a partir de esta experiencia emprende un nuevo camino.
6. Visualización
Durante el proceso de coaching, la persona puede visualizarse a sí misma en el escenario potencial que desea alcanzar. Una imagen de futuro que también está muy presente en la motivación de un viaje que ilusiona al protagonista. Tanto en un proceso de coaching como en un viaje, la persona tiene la oportunidad de aprender a vivir el presente. Pero, además de ello, el futuro inmediato es una inspiración continua. Existe una vinculación constante entre el ahora y el después.
7. Iniciativa
Sin este ingrediente, no existe viaje posible, ni tampoco es posible emprender un proceso de coaching. El primer paso es significativo en ambos ejemplos. En la situación opuesta, el sujeto tiende a posponer este proyecto personal para otro momento.
8. Nuevas preguntas
La pregunta está muy presente en un proceso de coaching puesto que las cuestiones que el coach plantea al cliente aportan luz a su propio proceso de reflexión interna. Del mismo modo, el viajero que ha vivido una escapada significativa en su vida también regresa a su hogar con nuevos interrogantes en su equipaje.
9. Principio y final
Tanto un proceso de coaching como el viaje son experiencias que tienen estos dos puntos temporales. Cuando una persona inicia cualquiera de estas vivencias es consciente de que estas experiencias tienen una duración temporal. Un contexto que aporta una nueva visión al presente. Ya que, además, cuando una persona vive un proceso de coaching o hace un viaje, rompe su rutina habitual.
10. Emociones
El lenguaje de las emociones está presente en el viaje emocional que es inherente a un proceso de coaching y a una escapada de vacaciones. La ilusión, la incertidumbre, la motivación, la alegría y la esperanza, además de otros ingredientes, forman parte de esta receta de la felicidad.
Las metáforas son una inspiración en el coaching a partir de la evocación de su planteamiento. A su vez, el viaje es uno de los símbolos de la búsqueda de la verdadera felicidad. Durante estas vacaciones y siempre, disfruta del presente. En Crearte Coaching te invitamos a participar en el taller online Logra una meta. Un viaje hacia un objetivo verdaderamente valioso para ti.
Foto – Pexels
Me ha gustado mucho el paralelismo. En realidad, cualquier camino de autodesarrollo y autoconocimiento es un viaje. Uno precioso.
Así es, aunque no siempre exento de alguna dificultad, que tras superar, nos hace más grandes! Gracias.