A lo largo de la existencia, nos contamos muchas historias diferentes a nosotros mismos. Historias que tienen que ver con la vida, la suerte, la identidad, las relaciones personales, las circunstancias… Ese tipo de relato puede tener una influencia notable en la manera de interpretar una experiencia determinada o en la toma de decisiones. Por ello, en Crearte te proponemos 10 ideas para reflexionar sobre la historia que te cuentas a ti mismo, esa que te repites con insistencia.

1. El héroe que hay en ti

El papel del héroe es visible en historias de la gran pantalla que alimentan el interés y la admiración del público. Pues bien, conecta con el héroe que hay en ti porque has superado desafíos, dificultades, miedos, obstáculos y otros factores complejos. ¿Cómo sería la historia que te cuentas a ti mismo si pones el foco en la superación de esos desafíos en los que actuaste con determinación a pesar del miedo o la inseguridad?

2. Testigos de vida y compañeros de viaje: el poder del punto de vista externo

Tu biografía también cuenta con la presencia de compañeros de viaje y testigos de tu propia historia. El punto de vista externo puede enriquecer el relato que te repites a ti mismo a través de matices, perspectivas y opiniones que aportan luz a ese mensaje. Conecta con la narrativa de tu propia historia a través de la mirada de una persona cercana que percibe tu potencial, te valora y confía en ti.

3. ¿Cómo te hace sentir esa historia?

¿Cómo te hace sentir esa historia que te repites a ti mismo sobre el futuro, la vida, tu pasado o cualquier aspecto vinculado con tu existencia? ¿Es una interpretación que te ayuda a avanzar o, por el contrario, es una fuente de sufrimiento emocional? Elige un relato que te nutre, te cuide y te aporte aprendizajes significativos. Es decir, ten cuidado con una historia que fomenta el estancamiento o que te traslada al rol de víctima.

4. Confusiones, equivocaciones y errores de interpretación

¿Cuántas veces creíste que ocurriría algo que finalmente no pasó? ¿Recuerdas algún instante en el que anticipaste un hecho que finalmente no sucedió? Te invitamos a reflexionar sobre la historia que te cuentas a ti mismo desde la humildad. Déjate sorprender, valora otras posibles opciones, cuestiona tus creencias limitantes (aunque te cueste).

5. Busca el sentido positivo

Existen situaciones muy complejas ante las que es difícil buscar un sentido positivo. Sin embargo, esa búsqueda de sentido puede modificar por completo el relato que te cuentas sobre un hecho determinado al dar un significado específico a esa parte de tu historia.

6. Ejercita el sentido del humor

La realidad y la vida pueden percibirse, como bien muestra el cine y la literatura, a través de enfoques tan distintos como el drama o el humor. Pues bien, intenta ejercitar el sentido del humor para añadir una sonrisa a ese relato en el que hay espacio para los detalles más cómicos, la risa y la ironía.

7. Un relato en constante evolución

Una historia puede percibirse como un todo estático, absoluto y cerrado o, por el contrario, como una realidad abierta en constante evolución. De esta forma, cada nueva experiencia enriquece la reflexión personal con distintos matices y puntos de vista. Cuéntate una historia que crece y evoluciona contigo de forma creativa.

 8. Escribe un diario con reflexiones positivas

La práctica frecuente de la escritura, desde un punto de vista creativo y terapéutico, aporta una herramienta valiosa para reflexionar sobre la propia historia. Escribe un diario con reflexiones positivas, mensajes centrados en el poder de la gratitud y palabras que ponen luz y claridad sobre el autoconocimiento personal.

9. Conecta con la historia de otras personas

¿Cómo ir más allá del relato que te repites a ti mismo? Conecta con otras historias vitales a través de la amistad, la comunicación, el compañerismo, la admiración… Es decir, busca el modo de trascender un paso más allá de tu propia realidad para aprender a través del poder que producen las experiencias cuando se comparten y se ponen en común.

10. No intentes entenderlo todo

La historia de la vida no solo conecta con el entendimiento, sino también con la emoción, la intuición, la sensibilidad, el misterio, la suerte… Un enfoque excesivamente racional puede llevarte a intentar entenderlo todo como si realmente fuese posible encontrar una explicación exacta ante cada pregunta. La magia de la vida y el arte de la existencia se desvelan en cada paso que se manifiesta como una metáfora del propio vivir.

Para finalizar, te invitamos a seguir reflexionando y profundizando en el tema con el vídeo que Beatriz García Ricondo comparte en su canal de YouTube sobre el peligro de contarnos una sola historia. En esta recta final de año, antes de que llegue la Navidad, dedica tiempo a pensar en ti y en tu historia desde un ángulo amable y esperanzador.

 

 

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